Las fuerzas disponibles son todavía escasas y los frentes secundarios están cubiertos por fuerzas mínimas, en muchos casos meras líneas de vigilancia con amplios espacios vacíos.
No está clara la finalidad de esta acción ofensiva ejecutada por Pozas, al parecer ordenada por el EM del Ministerio de Defensa, en base a una propuesta del general Kupper. El esfuerzo principal quedará a cargo de tres batallones internacionales al mando del Lucaks.
El frente defendido por el coronel Marzo es muy amplio, dispone de escasa fuerza por lo que la línea defensiva es muy débil.
Pero también la fuerza atacante, aun siendo importante, no es suficiente para mantener un esfuerzo capaz de alcanzar Sigüenza.
Los batallones internacionales combaten y se mueven bien y consiguen conquistas y avances pocas veces vistos en el bando republicano hasta la fecha.
La línea de defensa de Marzo es débil pero se consiguen mover reservas y fuerzas locales no empeñadas con gran rapidez; las penetraciones principales son pronto bloqueadas.
El inicio de la nueva ofensiva nacional sobre la Cuesta de la Perdices detiene la operación, al parecer 3 batallones internacionales son vitales para la defensa de Madrid.
El movimiento de la LCON ha sido escaso y las ganancias sin valor táctico.
La ofensiva republicana no ha conseguido su objetivo de reconquistar o al menos amenazar seriamente Sigüenza. No se puede conocer con certeza la razón real de la retirada de esas Unidades en el momento crítico de la ofensiva; desde el punto de vista puramente militar no parece convincente que la retirada se produjera por necesidad imperiosa de fuerzas en el defensa directa de Madrid contra este nuevo intento de los nacionales de apoderarse de la Cuesta de la Perdices, ya que en estos momentos podríamos considerar que Miaja disponía de fuerzas más que suficientes, e incluso, más de las necesarias.
No podemos descartar las continuas desavenencias entre los generales jefes del ejército del Centro y del CE de Madrid, pero esto no deja de ser una suposición.
La ofensiva a dejado en manos de la República las poblaciones de Almadrones, Castejón y Mirabueno; ganancia mínima y sin ningún valor táctico.
La DIV 12, coronel Jiménez Orge, tardó bastante en estructurarse como tal, de hecho no tuvo lugar hasta el mes de febrero de 1937.
De momento existía el Sector de Guadalajara al mando del coronel Jiménez Orge, con unidades irregulares y solamente un militar profesional, el coronel don Víctor Lacalle, que se encontraba al frente de las fuerzas que operaban por la izquierda.
A finales de noviembre la llamada Columna Jiménez Orge sumaba 3.962 hombres, con cuatro piezas de artillería. Hasta final de año estas fuerzas no experimentan cambios notables.
Desde mediados de diciembre se tiene presente la idea de una ofensiva en esta zona. El general Pozas, jefe del Ejército de Operaciones del Centro de España, viene pidiendo a Miaja unidades para emprender operaciones en el frente de Guadalajara, con la finalidad de descongestionar el de Madrid.
El 29 de diciembre Rojo firma una orden en la que dice:
“La Superioridad ha dispuesto el desplazamiento de fuerzas del frente de Madrid, para realizar una operación importante en la región de Guadalajara, cuya finalidad esencial se dirige a descongestionar otros frentes”
Unidades posibles contempladas
- tres batallones de la XII Brigada Internacional
- un batallón de la Columna Bueno
- dos baterías, una de 7,5 y otra de 10,5.
El día 28 una nota “personal y reservada”, del jefe de Estado Mayor Central enviada a Pozas desde Valencia, daba la aprobación a un plan “proposición del general Kupper”. Se ha detectado movimiento de fuerzas nacionales desde Guadalajara a Teruel, donde se combate duramente, y se pretende aprovechar esa posible debilidad nacional para alcanzar alguna ventaja en el sector de Guadalajara.
El 27de diciembre, la Columna Lacalle penetraba con sus fuerzas en dirección al boquete, casi desguarnecido, existente entre Atienza y la Sierra de Cabras, ocupando Bustares y planeando la continuación de la operación.
La OO. del Ejército del Centro, en Alcalá de Henares el 30 de diciembre, señala como idea de maniobra
“romper la línea enemiga por Bujalaro y Almadrones y tomar Sigüenza por envolvimiento”.
Se planea una verdadera ofensiva.
La operación se llevará a cabo en dos fases:
- Primera Fase. Alcanzar la línea Matillas-Castejón de Henares-Mandayona-Algora Torremocha del Campo-Navalpotro-Ablanque
- Segunda Fase. Avanzar hasta la línea Atienza-Sigüenza-Sauca.
Las dos fases se cumplirían en dos jornadas: 31 de diciembre y 1 de enero..
La elección de la zona de operaciones es correcta.
- La zona de Sigüenza es la más alejada de las posibles reservas disponibles que el mando nacional puede movilizar, requerirá tiempo.
- La acumulación nacional en Teruel no puede suspenderse.
Consecuencia de una información errónea se infravalora al enemigo en la zona. Un boletín de información anejo a la orden del general Pozas de 30 de diciembre evaluaba los efectivos nacionales del sector elegido para el ataque en unos 3.500 hombres,
“del Ejército regular, requetés, falangistas y paisanos armados, de moral deficiente y escasa resistencia a nuestro empuje”;
valoración que fue fatal para el desarrollo de la operación.
La fuerza se articula en cinco Agrupaciones.
- La 1ª, a las órdenes del coronel Lacalle, con fuerzas propias
- La 2ª, del coronel Nieto, con dos batallones, dos baterías y dos secciones, más un tren blindado
- La 3ª (sin mando designado), con dos compañías y dos secciones de artillería
- La 4ª, la más potente a las órdenes del “general Lukacs”, con tres batallones internacionales, una compañía de carros, tres escuadrones y dos baterías
- La 5ª, comandante Rubert, con unidades sacadas de los Sectores del Jarama y Aranjuez.
El teniente coronel Burillo se hará cargo del mando de las Agrupaciones 2ª, 3ª y 4ª, encargadas del esfuerzo principal.
En la XII Brigada, “Lukacs” fue sustituido por Randolfo Pacciardi.
La División de Soria, al mando del general Moscardó, contaba con dos Brigadas
- la BRI II, a las órdenes del coronel Marzo, se extendía desde el pueblo de Galve a la comarca del Alto Tajo, donde enlazaba con la 5ª División.
- la BRI I, al mando del coronel Esteban Infantes, cubría el frente de Somosierra.
La BRI II contaba con
- seis unidades tipo batallón
- una pequeña reserva
- tres baterías.
El 29 de diciembre disponía de 4.553 hombres, a los que había que añadir 223 soldados de caballería del Sector semindependiente de Alcolea del Pinar.
Los seis batallones nacionales se encuentran en línea, con bases en los pueblos de
- Hiendelaencina
- Alcorlo
- La Toba
- Medranda
- Matillas
- Castejón de Henares
- Mirabueno
Al Este el núcleo de Alcolea defendía este importante centro viario, luego fuerzas muy ligeras, en colaboración con civiles, en
- Navalpotro
- Renales
- Abánades
- Sotodosos
- Saelices
- Ablanque.
La línea de defensa era muy débil y en Algora y en Almadrones, había simples destacamentos.
El 26 de diciembre, el despliegue de los batallones era:
- batallón de Aragón y Tercio Numantino, en Alcorlo
- batallón de América, en La Toba
- batallón de F. E. de Burgos y Alava, en Medranda
- batallón de Requetés de Burgos, en Matillas
- batallón de Bailén y requetés de la Rioja, en Castellón de Henares
- batallón de Gerona, en Mirabueno
- Reserva, “tropas independientes”, falangistas de Soria y una sección de la Guardia Civil, en Hiendelaencina.
En el otro bando, las fuerzas de Jiménez Orge tenían sus bases en
- Jócar
- Monasterio
- Membrillera
- Jadraque
- Argecilla
- Alaminos
- Masegoso
- Cifuentes
- Canredondo
- Sacecorbo
- Esplegares.
Los grandes espacios sin cubrir eran la característica general, tanto en una línea como en la otra. Se encontraban justificados por el carácter secundario del frente, sus pocas comunicaciones y la escasa densidad de población.
La ofensiva de Pozas no logra la sorpresa. La acción previa del coronel Lacalle sobre el boquete de Bustares junto con otros movimiento de tropas detectados, alertan al coronel Marzo y al general Moscardó.
El 31 de diciembre Moscardó informa a Mola sobre estos movimientos enemigos que pueden tener como objetivo posibles cortes de las carreteras Atienza-Riaza y general de Zaragoza.
Marzo pide a Moscardó refuerzos. Se ordena el traslado de un batallón de la Brigada de Somosierra.
El 31, fecha prevista para el ataque sólo se producen ataques aéreos.
El 01ENE37, al amanecer, vuelven los ataques aéreos y se inicia el movimiento de los tres batallones internacionales con el apoyo de carros, sobre tres objetivos:
- Algora, el francés “André Marty” , que ocupa pasadas las 0900H
- Mirabueno, el italiano “Garibaldi”, que ocupa sobre las 1200H
- Almadrones, el eslavo “Dombrowski”, que tardará en ocupar
El ataque es muy rápido. El jefe del Sector, comandante Palacios, sólo puede mover algunas pequeñas reservas locales y una compañía del batallón de La Victoria, que se iba incorporando rápidamente desde Somosierra.
Pasado el mediodía y perdido Mirabueno, se fija la línea en la orilla derecha del río Dulce, volándose los puentes sobre el mismo. Se cuenta allí con la compañía de La Victoria, fuerzas de Zapadores y unos 200 hombres del batallón de Gerona, que sostenía Mirabueno y Algora. La posición de Almadrones ha quedado cercada.
Aparte del batallón de La Victoria, pronto comenzarán a llegar más refuerzos.
De Alcorlo llega esa misma tarde una compañía del batallón de Aragón y luego otra del tercio Numantino, que se sitúan en torno a Mandayona, taponando así el paso por la carretera de Sigüenza. Se ordena a las fuerzas de Caballería de Renales y Abánades que dejen allí los destacamentos indispensables y acudan en socorro de Algora.
La situación se considera grave.
En la noche del 1 al 2 llega una bandera de F.E. de Burgos, la bandera “Yarto”.
Se planea un contraataque sobre Algora, con la bandera de Burgos, el batallón de La Victoria y los escuadrones.
El avance en un primer momento se lleva a cabo con éxito pero pronto es detenido con el apoyo de carros.
Este mismo día 2, a primera hora de la tarde, se incorpora un batallón de San Quintín, que se sitúa entorno a Torremocha y consigue resolver la difícil situación local.
Castejón de Henares sufre fuertes ataques.
Almadrones continúa cercado y su pequeña guarnición se defiende como puede.
En el extremo oriental del despliegue, los mínimos destacamentos dejados en Abánades y Renales son arrollados.
La situación se complica para las fuerzas del coronel Marzo.
El 3 llegan nuevos refuerzos:
- al amanecer un batallón de Toledo
- por la tarde dos compañías de requetés riojanos
A lo largo del día se lucha de manera desesperada en Castejón de Henares y en Almadrones. Al final los del “Dombrowski” desalojan a los defensores de Almadrones que se repliegan sobre Castejón, donde continúan los combates de modo encarnizado hasta la noche, momento en que la fuerza diezmada aprovecha para retirarse a Matillas.
El 4 la fuerza atacante rompe la línea del río Dulces por Villaseca de Henares.
Al amanecer del día 5 los nacionales contraatacan sobre Villaseca que encuentran abandonada.
Desde Madrid se ha ordenado el relevo inmediato de los batallones internacionales y su concentración inmediata a retaguardia, para salir aquella misma noche en dirección a Colmenar Viejo. Al parecer se precisan todas las fuerzas disponibles para hacer frente a una nueva ofensiva nacional sobre la CN-VI.
La ofensiva ha terminado con escasos resultados y con un alto coste, constan 42 muertos encontrados por los nacionales en el campo.
Las bajas nacionales han sido
- seis de oficiales, un muerto
- 10 suboficiales, un muerto
- 233 de tropa, 51 muertos
Pero la lucha no ha concluido aún.
El día 6, Orden de Operaciones del general Moscardó. Se dispone la ejecución de una contraofensiva.
A cargo de una Agrupación, al mando del teniente coronel don Ricardo Villalba y formada por
- un batallón de San Quintín
- un batallón de Ceriñola
- un batallón de La Victoria
- una bandera de F .E. de Burgos
- requetés de la Rioja
- un grupo de Escuadrones
El día 7 se inicia el ataque. En vanguardia las fuerzas de San Quintín y Ceriñola. Se avanza hasta chocar con una línea muy fuerte, apoyada por armas automáticas, artillería y carros, ante la Agrupación queda detenida.
El 10 se reanuda el avance con las mismas vanguardias que la vez anterior. En el momento más crítico de la maniobra aquella, la bandera de falange de Burgos se infiltra en dirección a Algora, que acaba ocupando. Se producen fuertes contraataques sobre esa población que no tendrán resultados.
El 17 se recupera Renales y Abánades y ya la lucha disminuye poco a poco. La línea nacional queda fijada fijada en
- Villaseca
- Mandayona
- Algora
- Navalpotro
- Renales
Abánades, situado en el fondo de una depresión se encuentra en situación táctica muy desfavorable y será abandonado.
La fuerza de Pozas se ha apoderado de
- Castejón de Henares
- Almadrones
- Mirabueno.
En la contraofensiva los nacionales han sufrido nuevas bajas
- el día 7, 65 bajas, con 5 muertos
el 10, 139 bajas, con 11 muertos