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El 04MAR, el coronel don Francisco Galán, recién ascendido y nombrado jefe de la Base Naval de Cartagena, se presenta al Presidente del Gobierno y ministro de Defensa en la «Posición Yuste“ para recibir órdenes concretas.
A lo largo de la mañana se encuentra con el subsecretario de Defensa general Cordón, el comisario inspector de las fuerzas de Tierra, Mar y Aire, Jesús Hernández, y el italiano Palmiro Togliatti, «Ercoli», significado representante y «consejero» de la III Internacional en la guerra de España.
Cordón relata que almorzó con Negrín y Galán, y que durante la comida el presidente del Gobierno dio instrucciones concretas al nuevo jefe de la Base de Cartagena.
Negrín veía la situación general muy grave, con dos focos de rebelión ya confirmados en Madrid y Cartagena. Galán deberá reducir el segundo.
«Salga inmediatamente para hacerse cargo del mando y venza las dificultades que se presenten para conseguirlo».
Se ha enviado a la Base al comisario Fernández Osorio Tafall. Se han cursado órdenes para que la Brigada CCVI/10, de toda confianza, marche inmediatamente a Cartagena en vanguardia del resto de la División. También se ha dispuesto la marcha de una Unidad de blindados desde la base de Archena. Todas estas fuerzas quedarán a las órdenes del coronel Galán.
Negrín da las 042300H como momento previsto para desencadenar la rebelión. Galán debe ponerse en marcha camino sin perder un segundo. Negrín insiste en que, sin excluir la máxima energía si fuese necesario, debe tratar a toda costa de negociar. Es preciso evitar que la Flota se haga a la mar. En aquellos momentos más que nunca, resulta imprescindible disponer de la Flota y mantener la posesión de la Base.
Al final Negrín reiterará su consigna
«Negocie, negocie y negocie. Nos queda poca retaguardia y la Flota Republicana nos es indispensable“
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Se encuentra acantonada en la provincia de Valencia, al mando de Artemio Precioso, con su PC en Buñol.
En la medianoche del 3 al 4, la Brigada recibe una orden firmada por el comandante Ciutat, JEM del Ejército de Levante
«Tome usted las disposiciones necesarias para trasladarse con su brigada a Cartagena y póngase allí a las órdenes directas del jefe de la Base … «
La Brigada pertenece a la 10 División , Víctor de Frutos, del XXII Cuerpo de Ejército, teniente coronel Ibarrola, integrado en el Ejército de Levante, general Menéndez. Las otras dos Brigadas de la 10 División, la CCVII y la CCXXIII, quedan alertadas.
La Brigada CCVI se pone en marcha durante la mañana del 04MAR.
Artemio Precioso se adelanta hacia Murcia para resolver problemas de abastecimientos de la Unidad y recibir instrucciones adicionales. Allí se encuentra con el coronel Galán.
Precioso y su comisario político continuarán solos hacia Cartagena. Entran en la ciudad y Precioso se presenta al general Bernal.
La conversación mantenida es tensa. El General le ordena de acantonar las unidades en la zona del cabo de Palos. Bernal intenta que las fuerzas que envía Negrín queden lo más lejos posible de la plaza.
Precioso y su comisario abandonan la Capitanía decididos a no cumplir la orden del General sobre acantonamiento de las Unidades.
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El coronel Galán llega a las puertas de Cartagena sobre las 042100H. No encuentra a Precioso ni a las Unidades. Decide no esperar, entra en la ciudad y se dirige a la Capitanía de la Base. Allí está el general Bernal, que sin resistencia ni incidente alguno, le entrega el mando.
Bernal deja seguidamente la Capitanía y sale de Cartagena. Tal vez entiende que con la fuerza de que dispone no se puede oponer a las Unidades que están a punto de llegar.
En la entrega del mando Bernal está acompañado de Vicente Ramírez, Norberto Morell y José Semitiel. Galán sabe que estas personas pueden estar implicadas en mayor o menor medida en la conspiración pero trae instrucciones precisas de Negrín, negociar y emplear la fuerza como último recurso. El no había venido contra nadie sino a pacificar una situación peligrosa para la República y así se presenta a las personas que le acompañan.
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A las once de la noche, hora convenida, el teniente coronel Espá desde su puesto de mando de Cabo del Agua subleva las baterías de costa, sin mayores contratiempos (incluso alguna antiaérea que no dependía de él).
El BON de Infantería de Marina y numerosos civiles de diversa procedencia pero predominantemente falangistas, se unen a la rebelión.
Se ponen en libertad a los presos afectos y se practican numerosas detenciones.
Se llega a detener al mayor Precioso y a su comisario que aún no han salido de la ciudad. Precioso en un golpe de audacia logra escapar durante la noche.
El teniente de navío Fernando Oliva con un pelotón de soldados, detiene al coronel Galán y poco después a Ramírez, Morell y Semitiel, acusados de haber cedido ante el Coronel.
Se hace firmar a Galán una orden por escrito al jefe de la CCVI Brigada para que sea detenga su avance. El Coronel Galán ha quedado totalmente neutralizado.
Se suman a la rebelión otros organismos: el Parque de Artillería, sublevado por el capitán don Cayetano Serra, la Intendencia de la Armada, el Arsenal. El batallón de Retaguardia adopta una postura ambigua.
Espá consigue que el coronel Armentia se ponga al frente de la rebelión. El PC se establece en el Parque de Artillería.
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El coronel Armentia encuentra en el Parque confusión de gentes y desorden nada militar. Luis Romero
«En su despacho se hallan instalados paisanos de filiación fascista y advierte la presencia de oficiales sobre cuya significación no le cabe duda, puesto que habían sido expulsados del Ejército o habían estado presos, como el capitán Meca y el comandante Cifuentes. El desorden es considerable, pues además van presentándose patrullas que traen detenidos. Junto a los artilleros hay reunidos militares de otras armas, marineros, guardias, carabineros, paisanos armados, policías y, a pesar de que a los detenidos se les concentra en una nave, no se sabe en algunos casos quién figura como sublevado y quien está preso. Unánimemente se reconoce como jefe a Armentia, quien acepta la jefatura de acuerdo con lo convenido y se apresta a tomar algunas providencias como son telefonear a Arturo Espá y tratar de coordinar la acción. Supone que la colaboración de elementos que le consta son pro-nacionales es consecuencia inevitable de esta etapa postrera y, como las noticias que tiene son que militares y políticos partidarios de la paz inmediata van a formar un Consejo o Junta que elimine al Gobierno y a los comunistas, considera que Cartagena se ha anticipado pero que un movimiento de características semejantes va a producirse en las distintas guarniciones y plazas republicanas“.
Para aumentar más aún la confusión, a la inicial consigna convenida de «Por España y por la Paz», se han unido otras, extrañas, que han acabado generalizándose por las calles: «¡Arriba España!» y «¡Viva Franco!». La estación de radio local, Radio Cartagena, la emisora «de la Flota Republicana», establecida en el barrio de Los Dolores y sumada también al levantamiento, lanza proclamas, música y canciones de inequívoco corte «franquista“. Sin reacción por parte de la vecina batería antiaérea, que posiblemente se ha sumado también a la rebelión.
Al Miguel de Cervantes, donde se encuentran Buiza y Bruno Alonso, llegan noticias de la detención de Galán, Ramírez, Morell y Semitiel. También de la situación en las calles. La reacción del Almirante será muy rápida, habla con Fernando Oliva ahora a cargo de la Capitanía y le amenaza con bombardear el edificio si no deja libres inmediatamente a los prisioneros. Oliva cede y pone en libertad a sus detenidos. Galán habla con el Almirante. La distancia entre los hombres de la Base y los del Parque se agranda.
El coronel Armentia tiene noticia de los hechos que se están produciendo en la Capitanía. Galán ha quedado en libertad y en cierto modo unido a Morell, Semitiel y Ramírez. Cartagena ha quedado partida en dos. Por un lado está la Base y los buques, con Buiza, Galán y Ramírez como aparentes cabezas visibles; por otro, el resto de las Fuerzas, con Armentia y Espá y la cooperación de la radio de «la Flota».
La situación es muy confusa y contradictoria ya que enfrenta a quienes esencialmente tienen como principal objetivo obtener la paz. Las cabezas visibles de ambos bandos intentarán contactar y buscar el pacto.
El coronel Morell y luego el teniente de navío Ramírez se trasladarán al Parque de Artillería. Conversaciones sin ningún resultado.
El coronel Armentia se presentará en la Base, pidiendo la salida de la Flota. No hay acuerdo.
Galán ofrece como solución su renuncia para que ambos bandos puedan llegar a un acuerdo. Se le permite hablar con Negrín. El Presidente del Gobierno ve que Cartagena y la Flota están perdidas. Dispone la inmediatamente la sustitución de Galán por el subsecretario de Marina, capitán de navío don Antonio Ruiz, que se encuentra en las proximidades de Cartagena.
Por la Base han pasado también el Almirante Buiza y Bruno Alonso.
Estamos ya en horas cercanas al amanecer del 05MAR39.
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Desde los observatorios de las baterías, se comunica al Parque de Artillería que por tierra se han localizado luces que se mueven en dirección a Cartagena.
El mayor Artemio Precioso ha conseguido, tras dura marcha campo a través, llegar a un aeródromo, posiblemente improvisado de campaña. Desde allí, ya con un vehículo se desplaza hasta la carretera general de Murcia. A las 050700H toma contacto con Unidades de su Brigada.
La Brigada CCVI se encuentra desplegada a caballo de la carretera general hasta el poblado de El Albujón. A vanguardia una unidad de blindados. Son las luces que se han localizado desde los observatorios de alguna de las Bías de Costa.
Cabe señalar que en la zona cercana a Cartagena había cuatro campos de aviación: los de San Javier, Los Alcázares, Carmolí y La Aparecida ( Jesús Salas, La guerra de España desde el aire). El campo de La Aparecida se encuentra a sólo 7 kilómetros de Cartagena.
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050654H. Primera noticia en el Cuartel General del Generalísimo sobre situación en Cartagena. La emisora de Cartagena ha radiado un mensaje, perfectamente captado
«¡Atención, atención! Habla la Flota española en Cartagena. Desde este momento pasa a incorporarse a la España nacional ¡Franco, Franco, Franco!».
Se dice que han sido libertados todos los presos y que el pueblo de Cartagena «arde en entusiasmo». Se puntualiza que «en el muelle pueden atracar normal y con toda seguridad los barcos», «Esperamos fuerzas».
(En algunos lugares se da como hora primer contacto a las 1115H.)
A las 0749H se añade
«el puerto está completamente libre y los barcos de Franco pueden atracar en él. La artillería de costa los protegerá.»
La situación general no debe estar clara.
A las 0900H se piden refuerzos
«a la mayor premura“
0915H.
«Conviene que en el plazo máximo de 4 a 5 horas los buques nacionalistas hagan un desembarco por las playas del Cabo de Palos y de Mazarrón».
0930H.
«ninguna fuerza marítima ni terrestre ofrece resistencia», «se espera con urgencia vuestro apoyo» .
1400H. Llamadas cada vez más angustiosas. Aparece el nombre del general Barrionuevo.
El general de Infantería de Marina, retirado, don Rafael Barrionuevo y el comandante del Servicio de Estado Mayor, don Vicente Lombarclero han permanecido ocultos durante toda la guerra en unas viviendas próximas al barrio de Los Dolores.
Lombardero ha sido requerido por los conspiradores para unirse a la rebelión. Inicialmente rechaza la oferta dada la confusión existente. Conocedores de las emisiones de radio Cartagena deciden aceptar la oferta.
En las primeras horas de la mañana del 05MAR se personan ambos en el Parque de Artillería. El coronel Armentia se encuentra en las negociaciones en la Base y Barrionuevo y Lombardero apoyados por la gente del Parque, cada vez más partidaria del bando nacional, se hacen cargo de la situación. Se nombra a Barrionuevo jefe del levantamiento y a Lombardero su jefe de Estado Mayor.
Don Rafael Barrionuevo estaba en situación de retirado, acogido a llamadas «leyes de Azaña», con el empleo de coronel. Pasará al retiro con el empleo de general honorario.
Don Manuel Lombardero figura en el Anuario de 1936 destinado en la 2ª División Orgánica; podría encontrarse en Cartagena el 18 de julio como consecuencia de los permisos de verano.
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El 05MAR, el almirante Buiza, que no apoya la rebelión pro-nacional y que ya ha manifestado su opinión favorable a la salida de la flota, se encuentra con la siguiente situación:
- Amenazas sobre los barcos lanzadas desde la emisora de radio Cartagena.
- Las amenazas de la radio las confirma el teniente coronel Espá, al mando de las baterías y declarado «nacional».
- La ocupación de las calles de Cartagena por elementos «falangistas“.
- La incorporación al Parque de Artillería, PC de la rebelión, del general Barrionuevo y el comandante Lombardero.
- En la calle continúan los tiroteos porque porque los comunistas decididamente contrarios a la sublevación no han sido neutralizados.
El coronel Armentia se encuentra en la Base y conmina a Buiza a que los barcos abandonen Cartagena, las baterías con posibilidades de tiro ya están apuntadas sobre ellos.
El Almirante Buiza ya se ha mostrado partidario de la salida de la Flota. Ahora tiene todavía más razones para ordenarlo.
Una de las razones de Buiza para salir de Cartagena era la imposibilidad de defensa contra los habituales bombardeos de los aviones nacionales, por falta de eficacia de las piezas antiaéreas, mal servidas y con munición muy escasa. Ya no había razón que justificase el alto número de bajas que se venían produciendo. Ya en la reunión de Los Llanos dejó esto bien claramente expuesto Miguel Buiza.
051030H. Las sirenas de la Base Naval dan la alarma. Cinco Savoias bombardean Cartagena, el puerto y el Arsenal. Se causan daños graves en dos destructores en dique, el Alcalá Galiano y el Sánchez Barcaiztegui, más leves en el Gravina y el Lazaga, destrucciones en los depósitos de combustible y el taller de torpedos del Arsenal y numerosas víctimas. Alguna batería antiaérea responde disparando contra los aviones, lo que da a entender que no todas se encuentran con la rebelión.
La radio «de la Flota Republicana» reanuda sus amenazas. Se da a los buques quince minutos para abandonar las aguas de Cartagena.
Llega a la Base Antonio Ruiz y se hace cargo del mando.
El coronel Armentia regresa al Parque de Artillería y anuncia la inmediata salida de la Escuadra.
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Los hechos se suceden vertiginosamente.
Desde las 0200H se están activando las calderas de los buques.
0800H. Se toca zafarrancho de combate. A pesar de estar ya los barcos en condiciones de zarpar, Buiza planea un último intento para apoderarse de Cartagena, que supone totalmente en manos de los “falangistas”. Ordena preparar una columna de desembarco formada por marineros.
En esos momentos se producirá el ataque aéreo enemigo lo que terminará con la poca moral que en la marinería pudiera quedar.
Sobre la 1130H la operación de desembarco se cancela.
De Cartagena han ido llegando a los muelles masas de hombres, mujeres y niños, de militares y paisanos, presos de pánico.
Los marinos consideran que ya es inútil cualquier resistencia o dilación.
Suben a bordo Ramírez, Morell, Ruiz, Semitiel, y hasta el propio Galán.
1200H. Desde el Miguel de Cervantes se ordena a todos los buques:
«Babor y estribor de guardia»;
y tres minutos después:
«Levar»
Los buques comienzan a salir.
- En primer lugar el submarino C-4 y ocho destructores que se encuentran en estado operativo: Ulloa, Escaño, Gravina, Almirante Antequera, Almirante Miranda, Lepanto, Almirante Valdés y Jorge Juan.
- Después los cruceros Méndez Núñez, Libertad y Miguel de Cervantes.
Por averías producidas por el bombardeo o por encontrarse en reparación anterior, quedan en Cartagena los destructores Sánchez Barcaiztegui, Alcalá Galiano, Churruca, Alsedo y Lizaga, y el submarino C-2.
Además saldrán de la próxima bahía de Portman las lanchas rápidas que tienen allí su base, y del propio puerto de Cartagena algunas embarcaciones menores.
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060021MAR. Se envía un mensaje urgentísimo desde la estación de Cabo de Palos, que dirá: «Tranquilo con República“.
060115H. Buiza recibe orden de Negrín, enviada desde «Yuste» y recogida y retransmitida por radio Valencia
«Dominada situación creada en Cartagena disponga que la Flota se reintegre a la Base».
Otros llamamientos confirmarán la «tranquilidad» de Cartagena y la orden de regresar.
060554H. Buiza ordena
«rumbo 277»,
rumbo de regreso a Cartagena.
En esas horas ya se ha recibido en los barcos la alocución pronunciada en Madrid por el coronel Casado en la que se da a conocer la constitución de un Consejo Nacional de Defensa con exclusión de los comunistas. Por otra parte todavía se reciben comunicaciones desde Cartagena donde se dice estar
«a las órdenes de Franco».
060720H. Tras fuertes discusiones y amenazas entre los comandantes de algunos de los barcos, partidarios de las distintas soluciones, todos los buques emprenden rumbo a Argel. Más tarde se cambiará por rumbo a Bizerta por orden de las autoridades francesas.
En la mañana del 07MAR39 la Flota entra en aquel puerto tunecino.
Se procede a desarmar a las dotaciones y se retiran los cierres de los cañones.