En este apartado se pretende mostrar cómo es la reacción militar en cada bando, desde el punto de vista de las estructuras empleadas, desde el inicio de la guerra hasta el final del año 1936.
- En la parte leal al Gobierno, encontraremos una actuación basada en el empleo de Unidades de orden público, alguna Unidad regular de manera muy improvisada y sobre todo de milicias populares.
- En el sublevado, se emplearán las Unidades en plantilla, escasas y mal alistadas, y también de voluntarios, aceptablemente encuadradas en unidades de Falange y Tradicionalistas principalmente.
Las imágenes no tratan de presentar el curso de las operaciones en los diferentes frentes, que se podrá encontrar en detalle en el lugar correspondiente, sino sólo de mostrar cómo van evolucionando las estructuras operativas que se emplean en ambos bandos.
- Se puede ver cómo la República va dejando atrás la organización en milicias para pasar a otra propiamente militar; intentará dejar “la columna”, en su acepción de masa humana, en beneficio de Unidades militares organizadas.
- En el bando nacional, se verá cómo las unidades tácticas iniciales encuadras en “columnas”, en su acepción militar de agrupación de Unidades orgánicas de diferente tipo para cumplir una misión operativa, pasan a organizarse en Brigadas y Divisiones.
En ambos bandos el esfuerzo organizativo será enorme y se finalizará el año con Ejércitos estructurados.
El Ejército de África será la única estructura militar que desde el inicio de la guerra cuente con Unidades perfectamente encuadradas, alistadas, equipadas e instruidas.
Será la excepción ya que se debe tener presente que desde el mismo 18 de julio, en la zona leal al Gobierno de la República, todas las Unidades existentes quedaron prácticamente desarticuladas; en la zona sublevada se mantuvo intacta la estructura militar existen pero la situación operativa de la mayor parte de las Unidades no se podía clasificar de buena, encontrándose, además, las plantillas en niveles muy reducidos debido a las ausencias por permiso de verano que afectaba tanto a mandos como a tropa.
El paso del Ejército de África a la Peninsula será una operación arriesgada; el paso se llevará a cabo de manera sucesiva según se disponga de medios y ocasión favorable para realizarlo.
La distribución de estos medios se realizará por unidades tipo Batallón en aquellos lugares que la situación táctica más lo requiera; la mayor parte de esta fuerza se dedicará a potenciar las columnas que operan sobre Madrid. La entidad de cada columna pasará de dos Unidades tipo batallón cada una, en las iniciales de Yagüe y unos pocos apoyos centralizados, a Columnas con tres Unidades tipo Batallón con artillería e ingenieros en cada columna y una masa de apoyos centralizados en noviembre cuando ya se encuentran sobre Madrid.
Columna formada en los primeros momento y lanzada sobre los Puertos de Guadarrama y Navacerrada con objeto de ocuparlos y hacer frente a posibles fuerzas enemigas, cortándoles el paso a Madrid.
- Mando. Coronel don Enrique del Castillo, Jefe del Regimiento de Ferrocarriles número l.
- Dos compañías de la Guardia Civil, CTE don Alfredo Semprún.
- Dos compañías de Asalto, CTE don Ricardo Burillo.
- Seis Bías Art., al mando del TCOL don Gaspar Morales.
Masa de milicianos, procedentes de Madrid y en menor cantidad de diversos pueblos vecinos.
Enlace con el Ministerio, CTE don Fernando Arniches
Se constituye en Valladolid en las últimas horas de la tarde del 21.
- Mando. Cor. don Ricardo Serrador, Jefe de Estado Mayor, CTE don Luis Martín Montalvo
- Un BON del Regimiento de Infantería de San Quintín, CTE don Lázaro González Gutiérrez.
- Un Escón. de Farnesio, Cap don Francisco Perelétegui.
- Dos Bías. del Regimiento de Artillería, CTE don Gabriel Moyano.
- Elementos de transporte y transmisiones.
- Unos 90 falangistas y otros 150 voluntarios de diversa procedencia política, integrados en el BON de San Quintín.
En Villacastín, se incorpora una Cía.del BON de Ametralladoras número 7, de Plasencia y en el cruce con la carretera de El Espinar, el grupo del capitán Guiloche.
Los efectivos serán superiores a los 900 hombres.
Su misión era ocupar el Alto del León. La operación se finaliza durante la tarde del 22 de julio, después de desalojar a la fuerza del Cor. del Castillo que se encontraba defendiendo el Puerto
Se constituye en los primeros días en Madrid con el objeto de detener el avance de una posible columna enemiga en dirección carretera de Andalucía-Madrid y posteriormente ocupar Córdoba.
Mando. General Miaja. Jefe de Estado Mayor, el coronel don José Asensio Torrado
- Un BON del Regimiento de Infantería “Sevilla”, de la Base Naval.
- Un BON del Regimiento “Tarifa”, de Alicante.
- El BON de ametralladoras de Castellón
- Dos compañías de carabineros, dos de marinos, 300 guardias civiles, un grupo de Asalto y una considerable masa de milicianos, de Albacete, Alicante, Murcia y Cartagena.
- Un grupo de artillería ligero del Regimiento de Valencia, una batería ligera del de Murcia y una pesada del de Costa de Cartagena.
- Posteriormente,se incorporan algunas compañías del Regimiento de Infantería “Vizcaya”, de Alcoy, y más milicianos procedentes de las provincias de Jaén y Córdoba.
En total, unos 3.000 hombres.
Las Unidades regulares proceden de la 3ª División Orgánica, excepción en la zona leal al gobierno, donde las Unidades militares no quedaron disueltas el mismo 18 de julio.
Organizada también en Madrid en los primeros momentos, con el objeto de cerrar el Puerto de Somosierra al paso de fuerzas enemigas.
- Mando. Capitán don Francisco Galán
- BONs de Milicias IV y V.
- Dos Cías de los Regimientos madrileños de Infantería.
- Una compañía de Zapadores.
- Grupo de Artillería del comandante Jurado.
- Algunas tropas de Caballería del Depósito de Remonta y Escuela de Equitación, ambos de Madrid.
- Una compañía de la Guardia Civil, otra de guardias de Asalto, una tercera de carabineros.
Previamente había llegado a la zona del Puerto la Columna motorizada de la compañía de Aviación del aeródromo de Alcalá de Henares, al mando del teniente Valle.
Se organiza en Pamplona, al mando del coronel don Francisco García-Escámez.
La misión era marchar sobre Madrid por Logroño, Soria y Somosierra.
Inicialmente estaba compuesta por:
- Un batallón del Regimiento de América, al mando del Cte don Alfonso Sotelo.
- El batallón de Montaña de Sicilia, Cte don Pedro Ibisate.
- Una sección de Zapadores y elementos de Intendencia y Sanidad.
Los dos batallones estaban compuestos por dos compañías de soldados, dos de requetés y una de falangistas.
El 22 de julio la Columna Puigdendolas se hace con el control de Guadalajara. Posteriormente Puigdedolas se hace cargo de la COMMIL de Badajoz. El coronel don Francisco Jiménez Orge toma el mando de la columna.
- Dos compañías de Asalto.
- Dos de la Guardia Civil.
- Un escuadrón de Seguridad.
- Ocho blindados del cuerpo de Asalto.
- Un grupo de Artillería de tres baterías.
- Numerosos grupos milicianos.
El teniente coronel don Julio Mangada, que había jugado un papel importante en el aplastamiento de la rebelión militar en Madrid, formó la Columna,
- Algunos núcleos de la Guardia Civil.
- Una compañía de guardias de Asalto, llegada de Badajoz.
- BON de Milicias número 1 («Asturias»),
- Otros grupos de milicianos .
Operará en el sector de Ávila.
En la zona de Sigüenza se encontraba la Columna del Cte Palacios, a primeros de agosto se incrementa con dos compañías, dos secciones de ametralladoras y morteros, una compañía de requetés y una sección de Artillería, fuerzas llegadas de Logroño y La Rioja.
Toma el mando del conjunto el coronel don Pablo Martínez Zaldívar.
La Columna operará en esa zona. El 3 de agosto ocupa Alcolea del Pinar, encontrando escasa oposición. Poco más tarde, el 5 de agosto, intentará tomar Sigüenza sin éxito.
Mangada ha dividido a su Columna en cuatro Agrupaciones, con cabeceras en Navalperal, Navas del Marqués, San Bartolomé de Pinares y Burgohondo. Sus efectivos son ya considerables.
Sector de Navalperal:
- BONs de Milicias «Aida Lafuente», «Pueblo Nuevo-Ventas», «Fermín Galán» y «Capitán Condés ».
- Una compañía de Ingenieros.
- Una Cía de Ametralladoras.
- Una sección de morteros.
- Una Bía Mixta, con piezas de 75 y 105.
- Un tren blindado y cinco blindados de asalto.
Sector de Navas de Pinares:
- BON de Milicias «Largo Caballero» y algunas milicias locales;
Sector Burgohondo:
- BON de Milicias «Cataluña» y una compañía del BON «Capitán Condés»,
Sector de San Bartolomé de Pinares:
- BONs de Milicias «Asturias» y «Sargento Vázquez».
- BINF al mando del comandante don Luis Noé.
- Una Bía con piezas de 75 y 105 y una sección de morteros.
En reserva dos compañías de la Guardia Civil.
Un total de 5.300 hombres.
El coronel Puigdendolas deja el frente de Guadalajara, después del 22 de julio, al ser nombrado gobernador militar de la provincia de Badajoz.
Llama a los reservistas de 1934 y 1935.
Organiza tres BONs del Regimiento número 3/Castilla (había enviado el orgánico suyo a Madrid y había quedado prácticamente en cuadro).
Puigdendolas disponía también de guardias civiles, de Asalto y carabineros y masas de milicias, distribuidas alrededor de la capital.
El comandante Jurado llega a la zona de Oropesa, sobre los días 13 y 14 de agosto. La misión encomendada es organizar el nuevo frente desde las orillas del Guadiana a Arenas de San Pedro. Su Jefe de Estado Mayor era el comandante don Julio Suárez Llanos.
- Al Sur, en la comarca de La Serena, se encuentra la Columna del comandante Fernández Navarro, organizada en Ciudad Real
- Al Norte de la anterior, la Columna del comandante don José Ruiz Farrona, formada a base de milicianos extremeños.
- En la zona de Guadalupe, con base en el Puerto de San Vicente, se encontraban la Columna Uribarry (llamada «Fantasma») y la Columna de Milicias Orencio Labrador, asesor militar el comandante don Antonio Bertoméu.
- En al zona de Navalmoral de la Mata, Oropesa,Arenas de San Pedro, pequeñas columnas, al mando de las cuales aparecían los capitanes Orgaz, Marino y Martínez.
El día 16, llega a la zona de Navalmoral, desde El Escorial, el comandante Sabio, al frente de una nueva masa de milicianos y, más tarde, dos batallones regulares de Madrid, y desde Levante unidades varias del Ejército, Marina y Orden Público, con más milicianos.
El General Riquelme se incorpora el día 22 de agosto. Establece su CG en Talavera. El 29 se incorpora el coronel don Mariano Salafranca.
No existe frente y Salafranca se impone en lo posible y organiza su cuartel general, JEM el comandante don Carlos Pedemonte.
Para la defensa de Talavera organiza dos Agrupaciones, situadas a ambos lados de la carretera y mandadas por los capitanes Tejera y Muntané.
En la noche del 30 se recibe del Ministerio la orden de que Salafranca sustituya a Riquelme en el mando de la «Columna de Oropesa» o «Columna del Tajo».
Respondiendo a las peticiones de refuerzos de Riquelme y Salafranca, el día 1 de septiembre se incorporan:
- Una batería ligera.
- 500 carabineros.
- Una compañía de Zapadores.
- 90 hombres de carros de combate y 300 milicianos.
El 2 por la tarde, parte de la Columna Mangada, y por la noche 900 guardias civiles, que son armados a costa de las milicias.
El 3, dos compañías de Asalto.
Hasta ahora, Salafranca ha contado con el dominio del aire, pero en la madrugada de este día la aviación nacional bombardea el campo de aviación próximo a Talavera, destruyendo cinco aviones. El dominio del aire cambia momentáneamente de signo, y con ello la desmoralización general aumenta.
El comandante Yáñez cubre el extremo izquierdo del despliegue, y los comandantes Olivera y Pedemonte, jefe éste de su Estado Mayor, uno en el flanco derecho y otro en el izquierdo de las fuerzas que defienden la carretera general.
Las «Columnas de Extremadura» aparecen por primera vez el 4 de septiembre.
Al mando del teniente coronel Burillo, que acaba de llegar de Navacerrada, con su puesto de mando en Maqueda.
Las Columnas son tres:
- Columna de Fernández Navarro, «de Don Benito», en el valle de La Serena, con cuartel general en Don Benito.
- Columna de Uribarry, cuartel general en el Puerto de San Vicente, aunque con dos baterías en Talavera.
- Columna de Jurado, sustituido inmediatamente por el teniente coronel Burillo, que defenderá el frente desde la Sierra de Gredos al Tajo.
Sobre 5.692 hombres:
- 17 compañías del Ejército o de Orden Público.
- tres baterías.
- Dos compañías de Zapadores.
- Alrededor de 3.400 milicianos.
Inmediatamente comenzarán a llegar fuerzas de la Sierra, de Madrid y de Extremadura.
Del frente de Guadarrama (Alto del León y Navacerrada), unos cuatro batallones y siete baterías, con Burillo; y de Somosierra, la Columna Del Rosal.
El 9 de septiembre, las Columnas de «Extremadura», al mando directo del jefe del teatro de operaciones del Centro, el general Asensio, que tiene su cuartel general en Santa Olalla, son:
- Columna Del Rosal, desde el puerto de Mijares a la Sierra de San Vicente.
- Columna Burillo, que cubre el resto del frente hasta el Tajo.
La Columna Fernández Navarro, se ha desplazado desde el valle de La Serena al Sur del Tajo, estableciendo su base en San Bartolomé de las Abiertas, ha enviado a Torrijos, un grupo de fuerzas no precisado.
La Columna Uribarry se ha desplazado, al sur del Tajo y más al este que las fuerzas de Navarro, enviando alguna fracción al norte del río.
Despliegue aproximado:
- A la derecha, la Columna Mangada.
- A su izquierda, desde la Sierra de la Paramera (Pto de la Menga), la Columna Del Rosal, a caballo de la carretera de Arenas a San Martín de Valdeiglesias.
- A continuación , la Columna de López-Tienda, hasta el Alberche.
- A continuación, la Columna Burillo, que cubrían Maqueda.
- Al sur del Tajo, las Columnas de Fernández Navarro y Uribarry.
Con la finalidad de detener a la «Agrupación del general Varela», el general Asensio decide fijar una línea de detención fortificada en el río Guadarrama y llevar a cabo ataques de flanco sobre la marcha de las Columnas marroquíes, sin cesar en el esfuerzo para someter a la mayor rapidez la defensa del Alcazar de Toledo.
Los días 22, 23 y 24 se lanzan sobre Maqueda, contraataques muy peligrosos que fracasan.
Asensio delega el mando del sitio del Alcázar al coronel Burillo, queda al mando de la columna el comandante Bernal.
Se crean dos nuevas masas combatientes:
- La «Columna de Campo», la exterior, con las columnas de Bernal y Asensio.
- La «Columna de Plaza», la interior, al mando de Burillo.
Largo Caballero se encuentra con batallones, compañías y milicias sueltas, desorganizadas y sin disciplina. No sirven; se necesita unidades instruidas, con cuadros de mando y armas suficientes.
El 29 de septiembre se han reclutado 8.000 carabineros, al día siguiente se llamaba a los reemplazos de 1932 y 1933, y el 7 de octubre, a los de 1934 y 1935. Estos llamamientos proporcionan a Madrid personal suficiente para constituir nuevos batallones de Infantería en los Regimientos, e incrementan considerablemente los efectivos de todas las armas y servicios.
En los primeros días de octubre se ordena la creación de ocho Brigadas Mixtas, seis españolas y dos internacionales. Se constituye una División puramente orgánica en Albacete, al mando del general don Francisco Martínez Monje, jefe de Estado Mayor el comandante don Segismundo Casado. Martínez Monje era, además, el jefe del llamado «Ejército Voluntario».
En relación a las Brigadas Internacionales se constituye una estructura semejante, también en Albacete .
Las Brigadas españolas se formarán sobre los batallones de Milicias más selectos, sobre los del Ejército voluntario y algunos del antiguo Ejército republicano; otros batallones se formarán con los reemplazos llamados e instruidos en los Regimientos; y de varios de carabineros. Los mandos serán profesionales o civiles, éstos últimos sacados de los más acreditados al frente de las milicias. Mandos profesionales no faltaban.
El armamento llegado hasta ahora desde varios Estados democráticos, de forma irregular, será sustituido por el enviado por la U.R.S.S. Ya se encontraban en la provincia de Murcia carros de combate y aviones, llegados en la segunda quincena de septiembre; en octubre se intensificarían las remesas de las citadas armas y de piezas de artillería, ametralladoras, morteros, fusilería y cartuchería en grandes cantidades.
El 30 de julio la Columna Bernal contaba con 2.176 hombres ( fuerzas de Orden y Seguridad ascendían a 277, las de Infantería a 458, las de Caballería a 278, las de Aviación a 80, las de Artillería a 191, los Zapadores a 90, los soldados de Transmisiones a 31, los de Sanidad a siete y los milicianos a 764).
Estas fuerzas se distribuyen en cuatro sectores:
- SCT 1º, en Paredes de Buitrago, al mando del comandante don Fernando Cueto.
- SCT 2º , en Buitrago y zona avanzada en Villavieja-Gascones, al mando del capitán don Francisco Galán.
- SCT 3º , Navarredonda-San Mamés, al mando del comandante de milicias, Sebastián Pérez.
- SCT El 4º (izquierda), con base en Gargantilla y avanzada en la dehesa de Mata Aguda, al mando de Valentín González, «El Campesino».
Se van incorporando otras columnas: una de guardias civiles, mandada por el teniente coronel don Sebastián Royo Salsamendi, hacia Paredes de Buitrago; otra la del teniente coronel don Francisco del Rosal, con guardias civiles y anarcosindicalistas, que se fundirá con la primera, y la del comandante don Miguel Palacios, que refuerza el flanco izquierdo. Con Del Rosal figuraban Cipriano Mera y Teodoro Mora, destacados dirigentes confederales.
En un estado de fuerzas del 23 de septiembre, aparecen:
- La Columna Perea, con 2.625 hombres.
- La Columna Palacios, con 513.
- La columna Jurado (antes Bernal), con 4.678.
- La Columna Cueto (antes Royo Salsamendi), con 837.
Se puede apreciar el continuo crecimiento de los efectivos de las Columnas .
Las fuerzas nacionales, el 27 de julio la Columna Cebollino disponía de los batallones de San Marcial y Bailén, un escuadrón de España, un grupo ligero de dos baterías del Regimiento de Burgos y una sección de Intendencia de Montaña. La Columna Rada estaba formada por los batallones de Sicilia y América (éste incompleto), un grupo ligero de dos baterías de Logroño y una sección de Ingenieros.
Desde ese mismo comenzará a llegar los primeros refuerzos. Este flujo se mantendrá durante el mes de agosto.
El 30 de agosto se inicia una reorganización general de las unidades de choque, que quedan al final de la siguiente forma:
- Columna Crespo (a la derecha de la carretera general): cinco compañías más una incompleta.
- Columna Cebollino (sobre la carretera): 12 compañías más dos grupos y un escuadrón.
- Columna Rada (a la izquierda de aquella carretera): seis compañías y una sección.
- Columna Aldecoa (en la línea La Vaqueriza-Somosierra-Cebollera, es decir, en segunda línea y como reserva: tres compañías y personal de Artillería, pie a tierra.
Más tarde, al pasar el teniente coronel Rada al subsector de Navafría se hace cargo de sus fuerzas el comandante Aranguren, quedando, finalmente, al mando de las Columnas los comandantes Díez de la Lastra (derecha), Angulo (centro) y Aranguren (izquierda).
El primer decreto que firma Franco el mismo día 1 de octubre, será la nueva organización de las Fuerzas armadas de tierra en dos Ejércitos:
- Ejército del Norte, que será mandado por el general don Emilio Mola.
- Ejército del Sur, al mando del general Queipo de Llano.
Línea de separación de los mismos será la que delimita las provincias de Cáceres y Badajoz.
El día 3 Mola dará una orden de reorganización del Ejército del Norte.
- El cuartel general se establecerá en Valladolid y el jefe de Estado Mayor de aquél será el coronel don Fernando Moreno Calderón.
- El Ejército del Norte se compondrá de las Divisiones 5, 6, 7 y 8, más la de Soria, de nueva creación. La División de Soria (general Moscardó) atenderá el frente desde Medinaceli al puerto de Reventón, excluido, y la 7ª (general Saliquet), desde este puerto a Toledo, incluido; en la 7ªse integran las fuerzas del Ejército expedicionario.
- El general Mola pasa a mandar las Columnas «de Africa», ahora denominadas Agrupación de Columnas del general Varela.
- Reúne en su mando todas las fuerzas que rodean, desde Guadalajara hasta el río Tajo en Toledo.
En otra orden, del mismo día 3, Mola divide los efectivos de la 7ª División que operan sobre Madrid en dos Sectores:
- El Sector Norte, a las órdenes del general Valdés Cabanillas, cuartel general en Avila, jefe de Estado Mayor, comandante don Luis Rodríguez Valderrarna.
- Sector Sur, las Columnas del general Varela, que de momento ha fijado cuartel general en Talavera.
La línea de separación de los mismos será la ideal delimitada por las localidades de Cebreros, El Tiemblo y San Martín de Valdeiglesias.
En octubre aparece esta Columna; cuenta con 4.636 hombres y seis piezas de artillería.
La fuerza de Infantería, se componía de:
- Una compañía y un escuadrón de Asalto.
- Una compañía de la Guardia Nacional Republicana (antes, Guardia Civil).
- Una masa de milicianos.
Orgánicamente, la Columna se dividía en «Flancos»:
- Izquierdo (570 hombres).
- Centro (2.600).
- Derecho (458).
Todas estas fuerzas eran milicianas, los guardias civiles y de Asalto se encontraban en Taracena.
Políticamente dominaban los anarquistas, sus líderes más destacados, Feliciano Benito y José Martínez de Aragón, eran los más activos y los que más influencia ejercían sobre coronel Jiménez Orge.
El día 11 de agosto se ocupa Mérida, y el TCOL don Juan Yagüe toma el mando de la Columna «Madrid».
Tres banderas del Tercio, tres tabores, cuatro baterías y efectivos correspondientes a tres compañías de Ingenieros. Al frente de su cuartel general queda el capitán don Manuel Chamarra; el Jefe de Artillería es el TCOL don Francisco Iturzaeta y el Jefe de Ingenieros, el capitán don Tomás Castrillón.
Con las unidades de Infantería organiza las tres Agrupaciones, los apoyos se mantienen centralizados.
El día 8 de septiembre, el coronel Yagüe propone la reorganización de sus Columnas o Agrupaciones. Quedarán al mando de los TCOLs, Asensio y Barrón, comandante Castejón y TCOL Delgado Serrano, Dispondrán de una bandera del Tercio, dos tabores de Regulares y una batería ligera.
El 16 se forma en Talavera la nueva Columna, mandada por el TCOL Barrón e integrada por la I bandera del Tercio y I tabor de Tetuán, dos baterías y servicios. Se trata de agrupamientos tácticos por lo que las Us tipo BON pueden pasar de uno a otro en función de las necesidades tácticas.
En estos días, las agrupaciones ya prácticamente alcanzan la entidad de Brigada y cuentan con artillería propia. El mando de la columna mantiene centralizados los ingenieros y parte de la artillería.
Continúa el fortalecimiento del despliegue; las columnas incrementan el número de agrupaciones y la estructura se va consolidando.
El avance que se viene manteniendo, con una fuerza es escasa, da lugar a un despliegue que debe asumir la existencia de zonas extensas escasamente guarnecidas.
Para hacer frente a esas incidencias que inevitablemente se van a producir, se hace preciso constituir núcleos de reserva potentes.
Se mantiene el esfuerzo organizativo y el refuerzo de la fuerza de ofensiva sobre Madrid. Todavía no se puede dar el paso de agrupaciones a Brigadas, los apoyos son escasos y precisan centralización. Ya se dispone de una fuerza considerable pero continúa siendo muy reducida con relación al objetivo a alcanzar, Madrid.
El flanco derecho, desde el tajo a Madrid es enorme, a cargo de la Columna Monasterio; con algunas posiciones fijas en los puntos más críticos y una fuerza móvil para acudir a la mayor rapidez a los puntos amenazados.
Ese flanco derecho será el punto más vulnerable del despliegue de la fuerza nacional sobre Madrid.
Pero el problema del flanco derecho no termina en Toledo.
Desde Toledo a Mérida, siguiendo el Tajo, se presenta un flanco, apoyado en el obstáculo natural del rio, escasamente guarnecido y permanente amenazado.
Una parte, aunque se trate de la menor entidad posible, deberá dedicarse también a la protección de este extenso flanco.
Aunque la fuerza acumulada es poderosa y de calidad militar demostrada, es totalmente insuficiente para llevar a cabo el asalto a una ciudad de las dimensiones de Madrid. Se ha renuncia al primer gran objetivo de la Guerra; Madrid no se puede alcanzar en fuerza. Las fuerzas defensoras no se han desbandado y se pegan al terreno combatiendo hasta el último hombre; la quinta columna ha sido prácticamente eliminada y no se puede esperarse, en consecuencia, apoyo alguno desde el interior de la ciudad.
El refuerzo no se ha detenido. Ya se trabaja en la consolidación de las líneas alcanzadas y en la fortificación generalizada. Las agrupaciones ya constituyen verdaderas brigadas y su número pide la agrupación en Divisiones.
Ya tenemos aquí una verdadera organización operativa militar. Brigadas; Divisiones y Cuerpos de Ejércitos. Este mismo proceso, aunque con sus peculiaridades propias, se desarrollará en las fuerzas de la República.
En 1937, los combates ya no se darán entre columnas más o menos organizadas, estaremos hablando de Batallas entre Cuerpos de Ejército, encuadrados en organizaciones superiores, en Ejércitos. Se entra de lleno en una guerra total. La Moral continuará siendo un Factor Fundamental pero una Guerra Total no se ganará sólo con entusiasmo y propaganda; para no perder se precisará un esfuerzo común total y dirigido firmemente al objetivo de vencer en la guerra.
Todavía se mantiene alguna columna, entre las fuerzas de la república, que se resiste a la militarización pero el despliegue de fuerzas que se presenta ya no tiene mucho que ver con aquellas “partidas” diseminadas con el terreno que se enfrentaban con lo que tenían a mano.
Ya tenemos frente a frente, Brigadas, Divisiones y Cuerpos de Ejército.
El Frente de Madrid, endurecido, fortificado y guarnecido; un Cuerpo de Ejército. Ha llevado su tiempo y ha sido preciso vencer dura oposición pero al fin, la República dispone de una máquina militar poderosa, con grandes deficiencias que no superará en toda la contienda, pero poderosa.
Al menos sobre el papel, la República ha logrado levantar una fuerza militar regular capaz de hacer frente a las fuerzas nacionales de Franco.
Pero sólo está sucediendo, de momento, en Madrid y en cierta medida en Andalucía; En el Norte y Aragón (Cataluña y Levante) las cosas no llevan el mismo camino; las consecuencias serán dramáticas para la República.
Un esfuerzo extraordinario. Ya se dispone de una Fuerza en condiciones de afrontar las grandes batallas que pronto se llevarán a cabo en ese Frente del Centro, El Jarama, Guadalajara y Brunete. Pero el Norte se está perdiendo.
Salvo alguna excepción, toda la estructura militar previa al 18 de julio existente en el ámbito de la 4ª División Orgánica ha quedado totalmente desarticulada.
Las columnas se organizarán con masas de milicianos de diferente procedencia política, predominante anarquista; como excepción la Columna Peñalver, desde Tarragona, con la mayor parte compuesta por fuerza regular.
La ausencia de fuerzas entre estas columnas y Zaragoza, les permite avanzar con rapidez; con alguna detención para sofocar alguna resistencia aislada presentada an algunas localidades por civiles y puestos de la Guardia Civil.
Es una fuerza revolucionaria, sin organización militar de ningún tipo quedará detenida ante cualquier resistencia organizada que se le presente.
En la 3ª División Orgánica se mantuvo la estructura militar previa por lo que las columnas se formaron de manera más organizada. En la Cataluña, las columnas son de marcada tendencia política.
Las columnas catalanas y valencianas alcanzarán con rapidez, sin encontrar resistencia mencionable, la línea Huesca-Zaragoza- Belchite- Teruel; aquí serán detenidas por la fuerza desplegada por la 5ª División Orgánica y no habrá variaciones importantes durante el resto del año 1936.
Lo organización militar se mantendrá en niveles mínimos
Mejor organización militar que en el frente catalán.
Alcanzarán las proximidades de Teruel pero quedarán también detenidas ante las primeras resistencias organizadas encontradas.
A finales de noviembre, el campo de la República se mantiene la organización en columnas de milicianos con poco avance en la parte militar.
En el campo nacional, Aragón es un frente secundario ya que el esfuerzo principal ha sido Madrid y ahora se ha trasladado al Norte, por lo que se mantiene una preocupante penuria de Unidades, totalmente escasas para guarnecer un frente desde Teruel hasta el Pirineo.
La organización militar se ha mejorado en lo posible y se basará en la defensa permanente de los puntos más críticos, se asumen grandes espacios vacíos que se mantendrán sólo vigilados y se establece una reserva móvil que deberá atender con rapidez los puntos más amenazados.
La primera reacción se basará en el empleo de columnas, la principal la del comandante Garmendia, que intentarán marchar sobre Vitoria.
Las columnas estarán formadas por milicianos de tendencia política extremista, con escasa participación de nacionalistas.
Los primeros avances de las fuerzas sublevadas partirán de Pamplona con el objeto de adueñarse de Guipúzcoa y del sector fronterizo.
Se emplearán columnas compuestas por las escasas Unidades regulares de la Guarnición navarra y por un alto número de voluntarios, principalmente tradicionalistas, también falangistas y otras tendencias de derechas.
La principal diferencia de estas columnas de voluntarios con las organizadas en el campo republicano radica en que, en el campo nacional, tradicionalistas, falangistas y los otros grupos de voluntarios, aceptan y adoptan desde el inicio una estructura militar, con mando y disciplina militar.
Columnas al mando del TCOL La Torre.
- Columna del Cte. Tutor
- Columna del Cte Checa
- Columna del Cap Vizcondoa
Formadas principalmente por voluntarios requetés y falangistas. Aparece alguna compañía del “Arapiles”.
Dos Columnas principales iniciales al mando de ls Cors Beorlegui y Ortiz de Zarate. finalmente el cor Beorlegui asumirá el mando de todas las fuerzas.
En la primera, formada principalmente por requetés y falangistas, guardia civil, carabineros y asalto, se integran las columnas de los TCOLs Cabello y Los Arcos y del Cte Ramajo.
En la Columna de Ortiz de Zárate, desde su constitución ya cuenta con un BON del “América” y con artillería, además de un contingente importante de requetés.
Las columnas navarras, con escasos medios en esos momentos, han logrado un importante avance alcanzando una línea que les permitirá lanzarse sobre sus objetivos principales, San Sebastian e Irún.
Por parte nacional se opera con pequeñas columnas que deberán hacer frente a núcleos milicianos, principalmente formados por mineros.
La columna Ceano, formada en Lugo, y compuesta inicialmente por:
- Dos Cías de Infantería.
- Una Cía de Guardias de Asalto.
- Un a Cía de Voluntarios.
- Una Cía de Sanidad armada.
- Una Cía de Ametralladoras.
- Una Sc de Morteros
- Una Bía de Montaña
Fuerza muy heterogénea pero era lo único disponible en esos primeros momentos.
La columna del Cte Lopez Pita se formará también en lugo y estará compuesta por seis Cías de Infantería
Más tarde se formará en el mismo lugar la columna del Cte Olio, compuesta de tres Cías de Infantería y con la misión de reforzar a la anterior
Se va incrementando el número de columnas conforme se van completando las Unidades de la 8ª División Orgánica.
Se avanza en la organización de la fuerza a cargo del socorro a Oviedo. Se ha designado un mando único, el Cor Martín Alonso, las columnas continúan incrementando su potencia y se llevan a cabo las reorganizaciones necesarias.
Los avances son importantes.
En los primeros momento, ambos bandos se enfrentarán con columnas improvisadas de escasa entidad. Por parte de la República, la Columna Villarías, compuesta por Unidades regulares procedentes de Santoña, Carabineros y milicianos; por la parte nacional, la columna Buiza, de muy escasa entidad.
La carretera general Madrid-Burgos será controlada desde los Puestos de la Guardia Civil de los pueblos que atraviesa.
Pronto quedará como un frente pasivo, con actividad muy limitada por ambos bandos. No se llegarán a organizar columnas de entidad quedando el frente a cargo de milicias y voluntarios, con el apoyo de los puestos de la guardia civil en el bando nacional.
En el territorio controlado por la República aparecen columnas improvisadas al mando de jefes políticos de diferentes tendencias. llevaran a cabo una guerra irregular.
El Gobierno de la república es consciente del desorden existente en toda la zona sur y ya el 2 de agosto publica las primeras disposiciones tendentes a organizar el Mando y las fuerzas que se encuentran operando.
En el bando nacional, con muy escasas fuerzas disponibles, se comienza la organización de columnas con las Unidades de la guarnición y con los refuerzos que van llegando procedentes de África.
No existe el frente, grandes extensiones de terreno con islotes de resistencia de uno y otro signo, que luchan como pueden en cada pueblo y por cada pueblo.
La mejor organización nacional se impondrá. Su primer objetivo será la unión entre Sevilla y Córdoba a través de Guadalquivir y de las comunicaciones que por sus márgenes discurren. Se organizarán seis columnas para cumplir esta misión.
En esta temprana fecha, el general Miaja para cumplir con la misión encomendada de recuperar Córdoba, logrará organizar su columna según un criterio militar. No se conseguirá el objetivo pero ya el Mando militar de la República ha detectado la necesidad imperiosa de transformar las columnas de milicianos en unidades militares regulares.
La República avanza en su objetivo de crear una estructura militar que se pueda enfrentar a las fuerzas nacionales. Hernandez Saravia emprende la reorganización del frente de la Andalucía Central.
De momento, las fuerzas disponibles en la 2ª División Orgánica son escasas pero absolutamente superiores en calidad a la fuerza que la república puede presentar en este frente.
Queipo de Llano quiere obtener ventaja de esta superioridad y planea la operación sobre Peñarroya.
Dispone de fuerza para planear un ataque convergente sobre aquella ciudad, a cargo de dos núcleos de maniobra. Todavía no se dispone de capacidad para el empleo de batallones pero ya logra disponer de hasta siete unidades tipo Cía con apoyos, artillería e ingenieros, en cada uno de ellos.
La República continua con su gran esfuerzo para alcanzar una organización militar que pueda resultar de utilidad. Se constituye la División Albacete, que incluirá el sector Córdoba. Hernandez Saravia en este Sector lleva a cabo nuevas modificaciones organizativas en los Subsectores.
El plan de Martinez Cabrera es lógico y se ajusta a criterios militares.
En la composición de las Columnas abundan miembros de las fuerzas de orden público, carabineros, algunos guardias civiles o de Asalto, también varias compañías de Infantería, alguna de Aviación, de marinería y grandes masas de milicianos.
El batallón de Ametralladoras de Almería proporcionará numerosas máquinas.
Cuando Queipo de llano decide actuar en beneficio de los sitiados en Granada, ya dispone de una fuerza potente, reducida pero de alta calidad, que incluye dos Tabores y algún Escón. suelto de Regulares.
El 1 de noviembre el Sector de Granada se encuentra ya perfectamente definido. Al mando, el coronel Salafranca, con su CG en Jaén.
Está organizado en cuatro Subsectores:
- Jaén o Alcaudete, al mando del teniente coronel Peire.
- Iznalloz, comandante Salazar.
- Guadix, teniente coronel Verdú.
- Vélez de Benaudalla, comandante Romero.
Los efectivos totales serán unos 6.100 hombres, con ocho morteros y once piezas ligeras.
Las Directivas de 11 de septiembre del Estado Mayor del Ministerio de la Guerra, organizaban los teatros de operaciones (TOs), dividiendo el del Sur en los sectores de Málaga, Granada, Córdoba y Badajoz.
El 1 de noviembre, un estado de fuerzas ofrecía los detalles siguientes:
- Sector de Badajoz. A cargo de la Columna Ruiz Farrona, con CG en Castuera y efectivos de 1.028 hombres.
- Sector de Córdoba. Columna Hernández Saravia, con CG en Montoro. Tres S/SCTs: Pozo blanco, Villafranca y Bujalance. Un total de 3.712 hombres, con 16 piezas ligeras.
- Sector de Granada. Coronel Salafranca, dividido en cuatro S/SCTs: Jaén, Iznalloz, Guadix y Vélez de Benaudalla . Un total de 6.105 hombres y 11 piezas ligeras.
- De Málaga. Coronel Romero Bassart, con cuatro Columnas: de Alfarnate, Estepona, Alora y Villanueva del Cauche . Con 7.528 hombres y 19 piezas de artillería.
El 16 de diciembre de 1936 se crea el Ejército de Andalucía.
Según Orden Circular del Ministerio de la Guerra, se organizaba dicho Ejército sobre las bases de las guarniciones de los sectores de Málaga, Granada y Córdoba, incluyendo en este último a las fuerzas que operaban en Extremadura.
Para la jefatura del Ejército del Sur se nombra, con carácter provisional, al general don Fernando Martínez Monje, como jefe de Estado Mayor al teniente coronel don José Pérez Gazzolo. Asesor técnico el general ruso “Petrovich”.
El cuartel general fue fijado en Jaén.
Jefaturas de Sector:
- Córdoba, teniente coronel Hernández Saravia; CG en Montoro.
- Granada, coronel Salafranca Barrio; CG en Iznalloz.
- Málaga, teniente coronel Hernández Arteaga; CG en Málaga.