El valor estratégico (militar) del archipiélago balear es evidente pero el Gobierno de la República se encuentra empeñado en otros frentes que considera más vitales para su propia supervivencia.
No dispone de medios suficientes y ni siquiera tiene un control efectivo de los que podría considerar medios propios; por estas razones el EM del Ministerio de Guerra pudo considerar que el tema de Mallorca no era prioritario y que con una mera vigilancia e interdicción por parte de la Escuadra y de la Aviación, podría resultar suficiente hasta el momento de disponer suficiente libertad de acción.
El origen y objetivo de la Operación sobre la Isla de Mallorca son políticos y muy particulares de la Generalidad de Cataluña.
El planeamiento es local y muy improvisado; tampoco se cree que se precise mucho más.
Bayo confía plenamente en el levantamiento de la población mallorquina en el momento en que con sus hombres ponga pie en la isla; dispondrá de superioridad aérea y naval absoluta y considera escasa y débil la fuerza sublevada que pueda hacerle frente. Está seguro de que colapsará ante la decisiva acción aérea y naval junto con la presión de la quinta columna.
Por todo esto no tiene necesidad de disponer de una verdadera fuerza terrestre.
La fuerza a sus órdenes no puede considerarse militar; es una masa de milicianos agrupados según procedencia política. Es totalmente inoperativa. Ante la primera resistencia se detiene, retrocede y no tiene conciencia de obediencia de ninguna orden. Poco se puede decir en el orden militar de su actuación.
Por parte nacional, gran vacilación y falta de decisión, las Unidades son escasas y de muy baja calidad. Tal vez exista en el alto mando un fuerte temor a la movilización de reemplazos que una vez armados se puedan pasar al contrario, como esperaba Bayo. Se actúa en consecuencia con los escasos medios disponibles con gran prudencia y procediendo a una movilización muy controlada de personal claramente afecto.
En estas condiciones, sólo el enfrentamiento con fuerzas de tan escasa calidad como las que Bayo presenta, dará a los nacionales la posibilidad de enfrentamiento con éxito.
El aislamiento del Mando mallorquín es absoluto; Franco solo puede hacer llega mensajes, no dispone ni siquiera de aviación con radio de acción suficiente para prestar algún tipo de apoyo. Las relaciones con los italianos son verdaderamente rocambolescas pero fueron capaces de lograr un reducido pero efectivo apoyo aéreo.
Si verdaderamente Bayo estaba seguro de ese levantamiento general de la población en su apoyo, la elección de la zona de desembarco no tiene ningún sentido, prácticamente en el punto más alejado de la capital de la isla. No se puede negar que es el punto más cercano a Menorca, único lugar de donde puede recibir apoyo y donde se puede refugiar si las cosas no marchan bien.
La elección del punto de desembarco nos puede dar idea de la escasa confianza que el mismo Bayo podía tener sobre el buen resultado de su Operación.
Finalizada la operación, en ambos bandos los principales responsables serán censurados, Bayo sometido a juicio y el comandante militar acctal de Mallorca y el Jefe de la tropa de ops, expulsados del Ejército.
Una “Batalla” por una zona estratégica vital que se lleva a cabo sin convicción ni apoyo decidido por parte del bando republicano y con escasa decisión y prudencia extrema por el nacional.
En el campo de batalla, acciones reducidas a meras escaramuzas.