4 La Batalla de Teruel: 8. Contraofensiva nacional. Acciones previas: Celadas-Muletón, Singra, Alfambra (25 enero a 15 febrero 1938)

“Imágenes procedentes de los fondos de la Biblioteca Nacional de España”

Ejército de Levante, Orden del 9 de enero.

Conseguida la victoria en el plan trazado por el Mando, podría el Ejército Popular afrontar el porvenir persuadido de su fortaleza y disciplina, con seguridad en la victoria.

Zugazagoitia

Era la primera empresa seria que nos salía bien. Nos faltaba costumbre de recibir buenas noticias, y estábamos como trastornados. Los diarios se dedicaron durante bastantes días a cotizar como decisiva la victoria de nuestras armas en Teruel. La consideraban como el comienzo de una carrera de triunfos que el enemigo no sabría evitar. Teruel, era para la mayoría de los comentaristas, “ el acontecimiento largamente esperado, que señalaba la natividad del Ejército de la República”.

 Rojo  

«La República  y el Ejército se habían vigorizado en la adversidad de los reveses políticos y militares y, en Teruel, no sólo se mostraba que  la experiencia guerrera no había sido infecunda, sino que se acreditaba la sana moral que el factor humano había alcanzado en el curso de la guerra. La obra orgánica de la República, que en lo militar era el Ejército Popular, se abría paso una vez vencido el colapso revolucionario y avanzaba paralelamente en su perfeccionamiento orgánico, técnico y moral. Si Madrid fue, en el panorama de la guerra española, la defensa de la República, Teruel constituía la primera gran proeza ofensiva de su Ejército: allí se revelaba éste capaz de realizar una maniobra militar completa, bastándole siete días de ataque para reducir una bolsa de mil kilómetros cuadrados, y dieciséis para hacer caer en el interior de una ciudad una resistencia que se llevaba con tenacidad y heroísmo por sus defensores”

“Imágenes procedentes de los fondos de la Biblioteca Nacional de España”

Lojendio

«El trágico desenlace de la resistencia de Teruel  cuando días antes parecía liberada la plaza e incluso se habían celebrado manifestaciones y otros actos de homenaje a esta liberación, produjo en la zona nacional un movimiento de extrañeza, extremado luego de indignación. Esta indignación buscó su víctima en la figura del comandante militar de Teruel, coronel Rey d’Harcourt. Con la rapidez y simplismo de los juicios inexactos, una gran parte de la opinión española vio en él –acusándole de traidor- la causa de la pérdida de esta plaza, que él habla defendido tan heroicamente hasta el agotamiento final propio de un largo asedio»

General Martínez de Campos

En primer lugar existió un error al juzgar el poderío de los sitiados y de sus lugares de resistencia, frente a las armas enemigas. Las construcciones de espesos muros y de estrechas aberturas hicieron creer en la existencia de un refugio para enfermos y familias, y en la coraza de las edificaciones ante las explosiones y las noches a quince bajo cero. Mas, luego, en la ciudad, una vez liberada, se comprobaría el grave error. No hubo sólo rompedoras enemigas contra las murallas de los grandes edificios, sino que las minas subterráneas cooperaron igualmente a demolerlos, enterrando en sus escombros a muchísimos heridos, enfermos, niños y mujeres, y a una parte de los que se aferraban a las armas disponibles, con objeto de barrer la estrecha calle que bordea el Seminario. Pesaba sobre todos los que contemplaban, desde lejos, un día y otro, la defensa de los dos reductos, el recuerdo del Alcázar de Toledo, epopeya esta última elevada a la categoría de lo sobrehumano. Desde fuera sabiendo lo que sucede, es angustioso contemplar el panorama. Cada día cambia la silueta de Teruel; y es difícil imaginarse cómo aquellos hombres sacan fuerzas de flaqueza para seguir luchando contra el rojo, y cumplir la orden recibida de aguantar hasta el final. Sabemos que Rey d’Harcourt, Llorens y Barba, se mantienen, cada uno, como pueden y con lo que tienen. Toledo, en lontananza, con su Alcázar derruido, les recuerda el gran dilema de una laureada con muchísimos honores o de una muerte muy gloriosa.

Tardamos más de lo preciso en apoderarnos de Teruel. El temporal, sin duda, cooperó bastante a este retraso. A causa de él, localizamos mal los objetivos y las operaciones estuvieron muy deslavazadas. El avance en punta, no ayudaba a tener ímpetu. El flanco estaba siempre descubierto, y, a medida que las fuerzas se internaban en la zona del contrario, la amenaza lateral iba in crescendo. No se trataba de una ofensiva semejante a las que habíamos realizado hasta esa fecha, sino de una contraofensiva seria, cuyo origen radicaba en la primera gran victoria conseguida por los rojos; y en estas condiciones, era natural que el adversario se opusiera tenazmente a nuestro esfuerzo e hiciera todo lo posible para no perder la zona incorporada a su dominio. La improvisada organización de los Cuerpos de Ejército originó, en efecto, varias deficiencias de tipo táctico y algún retraso en conseguir el éxito esperado. En el campo de batalla, el que se habitúa a cierta ayuda le es indispensable; y como quiera que (en Teruel) las operaciones comenzaron cuando no habían llegado todas las fuerzas destinadas a rechazar la acción del enemigo, ocurrió que los que estaban desplegados suponían que el día D no llegaría hasta la fecha en que pudieran cooperar las Divisiones y los grupos anunciados. La amenaza contra Singra y la situación de Rey d’Harcourt dieron lugar a acciones prematuras y a la esperanza de recuperar la capital en pocos días; y, de resultas, algunos flancos descubiertos y ciertas deficiencias artilleras fueron causa de que las Divisiones no lo arrollaran todo muy deprisa.

General Kindelán

El Generalísimo pensó que «podía ser verdad en cierta parte lo que a gritos proclamaban reiteradamente los vencedores : ¿se había conseguido organizar un verdadero Ejército Popular?»
En un estudio encargado por Franco sobre el tema dice: En el Aire superioridad abrumadora de la Aviación nacional, material y moralmente; en Tierra, equilibrio de efectivos, superioridad cualitativa de la Infantería propia y de la Artillería, e inferioridad en carros y fortificación. Había mejorado la eficacia de los mandos enemigos y empeorado la de los propios, sin duda por las sensibles bajas de gran calidad; y se acusaba el «comienzo en ambos Ejércitos del cansancio de la guerra». «El enemigo se ha apropiado de las dos iniciativas: la táctica y la estratégica»

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El día 9, Rojo y Saravia lanzan un último y decisivo esfuerzo para ocupar La Muela.

El V Cuerpo ( 47 División, reforzada con una Brigada de la 40) progresaría de Oeste a Este para ganar la cota 961, mientras que la 70 División avanzaría sobre las discutidísimas cotas 1.062 y 1.076. Por la derecha el XX Cuerpo alcanzaría el kilómetro 177,500 de la carretera de Teruel a Zaragoza.

Esta operación no tiene éxito.

El 11 se dan unas Directivas Generales de Organización Defensiva del Ejército de Levante,

«disminuida notablemente la actividad del enemigo, podía darse por terminado el «período activo de la batalla de Teruel, considerándose poco probable un último empuje de las fuerzas nacionales para apoderarse de la plaza

Vicente Rojo se traslada a Barcelona el mismo día 11. También cesa el Estado Mayor del Ejército de Maniobra como elemento auxiliar del Mando de operaciones en Teruel.

El frente deberá ser defendido por la División 40 y los Cuerpos XIII y XIX, las mismas fuerzas de antes del 15 de diciembre, al mando de Saravia.

Inicialmente el despliegue quedará de la siguiente forma:

  • Al Oeste el Cuerpo XIX, hasta el Cerro Perdigón, excluido, con las Divisiones 41 y 64
  • A continuación el Cuerpo XVIII, hasta la rambla de Barrachina (Sur de La Muela), con las 34 y 70 Divisiones
  • Después el V Cuerpo (Divisiones 47 y 35 y la Brigada CCXVII de la 67) hasta el Alto de Celadas, excluido.
  • Finalmente, el Cuerpo XIII, con las Divisiones 39 y 42 y las Brigadas LXXXII (de la 40) y LII (de la 19 División, del mayor Cifuentes del Rey, que inicia su participación en la batalla).

Los Cuerpos de Ejército XX (reducido a la División 68) y XXII (Divisiones 11 y 25) quedan fuera de línea, así como las dos Brigadas restantes de la 40 División (LXXXIV y LXXXVII).

Se pretende volver a un frente pasivo pero la intención de Franco no va por esa línea.

Para Franco la reconquista de Teruel es una cuestión de prestigio, nacional e internacional, y el aplastamiento del Ejército Popular de Teruel es una baza de alcance estratégico que no quiere perder.

Franco considera que el enemigo ha demostrado una cierta consistencia. Pero el éxito se ha apoyado fundamentalmente en la sorpresa y posteriormente todo se ha reducido a aplastar pequeñas guarniciones basándose en una neta superioridad local, aguantar las embestidas nacionales y recuperar las estribaciones de La Muela. Nada más. Las fuerzas nacionales dispone de mejores tropas, de fuertes reservas y de una abrumadora superioridad en el fuego. La artillería se encuentra en manos de profesionales competentes, desde el jefe al último capitán de batería. No hay «mayores más o menos improvisados, el cuidado del material es bueno y la militarización industrial de la retaguardia está funcionando de manera satisfactoria, se obtienen unos resultados muy favorables. Algo parecido sucede con la aviación.

El general Franco ha decidido convertir la batalla de Teruel en una batalla de destrucción. Conoce la superioridad en maniobra de sus Grandes Unidades y también en los ataques frontales, o con pocas posibilidades de maniobra, debido a la enorme superioridad artillera y en aviación.

Celadas y Muletón

Obra derivada de Mapas Generales IGN

Instrucción del general Dávila del 9 de enero, futura misión del Cuerpo del Norte del Turia ocupar el Alto de las Celadas y el Muletón, en tanto que el Cuerpo del Sur de aquel río fijaría el enemigo desde sus propias posiciones.

El CE de Galicia de Aranda cuenta con las Divisiones 5, 13, 84 y 150, más elementos sueltos de las 52 y 85,

El CE de Castilla, de Varela, con las Divisiones 1, 61, 81 y 82

La División 62 se traslada a la comarca Daroca-Calamocha, como reserva.

Se dispone de una nueva División, la 5ª, o 5ª de Navarra, y de la 84 que ya viene operando como tal GU.

En la 81 División, el coronel Esteban Infantes sustituye accidentalmente al general Múgica; el 12 se haría cargo de la División el coronel Olla.

La Instrucción particular de 13 de enero, de Dávila a Yagüe, refuerza el esquema de protección de la retaguardia del saliente de Teruel.

El sector que se atribuye al Cuerpo de Ejército Marroquí se extiende desde Valmadrid a Singra, incluida, y era considerado de importancia fundamental para asegurar las únicas vías de comunicación (carretera y ferrocarril) desde Zaragoza a la zona de operaciones de Teruel. A Yagüe se le asignan las Divisiones 54, 62, 105 y 108, más la de Caballería.

La OO, de 14 de enero del general Dávila completa la instrucción de cinco días antes.

Misión del Ejército de Operaciones de Teruel

«alcanzar la línea del Alfambra en su curso inferior y completar la del Turia, aguas arriba de Villastar, en previsión de nuevas operaciones»,

La Idea de Maniobra

«fijar al enemigo en el centro y derecha y atacar por la izquierda, a fin de arrollar sus defensas al Oeste del Bajo Alfambra».

El Cuerpo del Norte del Turia llevará el esfuerzo principal de la operación. El del Sur del Turia, fijará y presionará al enemigo, realizando solamente algunas rectificaciones a vanguardia.

Se trataba de ocupar una poderosa zona fortificada.

Lojendio

«Este núcleo erizado de alturas estaba en poder de las fuerzas rojas casi desde los días iniciales del Movimiento. Constituía gran parte de su gran línea atrincherada de Aragón. En los meses de estabilización el mando las había fortificado, con la tenacidad y dureza en él habituales, a base de construcciones en cemento armado, reductos preparados contra bombas de aviación y de artillería, trincheras comunicadas entre sí con pasos subterráneos, observatorios, nidos de ametralladoras de tiro cruzado, etc. Desde sus posiciones se batían las líneas nacionales de Caudé y Concud como el casco de Teruel y se hostilizaba con su fuego el paso por la carretera de Calamocha »

Dávila cuenta ya con una poderosa máquina de batir. A lo largo de las largas jornadas en que se trataba de socorrer Teruel la Aviación propia se había hecho ya dueña del aire y el general Martínez de Campos contaba con 500 bocas de fuego.

Organigrama

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  • La 13 División ejercerá una intensa acción demostrativa por el fuego.
  • La 150 alcanzará la meseta de cota 1.180
  • La 5ª ocupará primero las cotas 1.177 y 1.165 de los Altos de Celadas. Luego, girando en dirección Sureste, la doble línea de alturas 1.142-1.102 -El Muletón y 1.089-1.069- 1.066 de las Pedrizas
  • La 84, una vez conseguidos los anteriores objetivos, progresara cruzando los barrancos del Rubio y Pozuelo.

La acción de las Divisiones 150 y 5ª se apoyarán por dos potentes masas de artillería:

  • una de ellas, llamada «Agrupación de Colaboración», destruirá en lo posible las obras de defensa, batirá las concentraciones enemigas, llevará a cabo la contrabatería y perseguirá con el fuego los núcleos en retirada.
  • La otra, la Agrupación de Apoyo Directo, prestará este apoyo una vez terminada la preparación. Las baterías de las Divisiones 13 y 84, con sus misiones específicas.

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  • La División 1 ocupará los espolones Sureste y Este de la cota 1.062, para dominar con el fuego la carretera de Teruel a Cuenca
  • La 61, la Casa de Blasco y el espolón Sur de la cota 981, y en su caso el espolón de La Muela en dirección a Teruel.

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Al final del 17 de enero, las Divisiones 150 y 5 han alcanzado todo el Alto de Celadas y parte de El Muletón, obligando al enemigo a retirarse, con gran quebranto, tras dejar el terreno sembrado de cadáveres y perder gran cantidad de material.
La 84 División cruza los barrancos del Rubio y Pozuelo, al Sur del Muletón
La 13 División, cuya misión era sólo la de fijar al enemigo, ocupa la cota 1.205.
El número de bajas propias era reducido, «siendo numerosísimas las del enemigo».
Acción devastadora de la artillería y de la aviación.

G. Martínez de Campos. Actuación de la artillería el 17 ENE38 

«La operación de Celadas fue el éxito artillero más completo de la guerra: quinientas piezas en la mano y un resultado perfecto. La infantería llegó a la altura con muy pocas bajas. El enemigo abandonó sus posiciones, y los nuestros penetraron en las mismas a pecho descubierto. Las compañías de cabeza de la 5ª, de la 13, de la 150 … , felicitaron por teléfono a los que habían abierto su camino»

G. Martínez de Campos. Actuación de la artillería el 17ENE38.

«La operación de Celadas fue el éxito artillero más completo de la guerra: quinientas piezas en la mano y un resultado perfecto. La infantería llegó a la altura con muy pocas bajas. El enemigo abandonó sus posiciones, y los nuestros penetraron en las mismas a pecho descubierto. Las compañías de cabeza de la 5ª, de la 13, de la 150 … , felicitaron por teléfono a los que habían abierto su camino»

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El 18 se ocupa el Cerro Miguel (cotas 967 y 963) por la División 84. se producen durísimos contraataques de las fuerzas de la 35 División enemiga, LII Brigada y otros efectivos de las Divisiones 39, 40, 47 y 67 que conseguirán frenar la progresión de las Divisiones de Aranda.

La situación es grave para el Ejército Popular. El Jefe del XIII Cuerpo, en una orden dice

«Toda negligencia en el cumplimiento de las órdenes recibidas será sancionado debidamente, sin que haya excusa ni pretexto alguno para el incumplimiento de dichas órdenes »

El 19, la 5ª de Navarra ocupa las cotas 1.002 y 1.069 que completan el dominio del Muletón.
La 84 alcanza la cota 1.000, al Sureste del Muletón, el kilómetro 55 del ferrocarril de Ojos Negros y la masía del Chantre.

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El 20, las Divisiones 5ª y 84 llevarían a cabo sólo algunas rectificaciones a vanguardia.
El 21, la 5ª gana la cota 1.066 de Las Pedrizas
El 22, la 5ª alcanza las cotas 1.017 y 1.022 y la 84 División se apodera de la 969.
El río Alfambra, en su margen derecha y desde Tortajada a su unión con el Turia, quedaba totalmente dominado por el fuego y cortada la carretera que lo bordea.

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Lojendio

La lucha rebasaba por su amplitud e intensidad el interés de la reconquista de la capital. Y también: «Otra consideración, apuntaba ya en lo que antecede, debe subrayarse también en el curso de la batalla: es el destrozo sufrido por el Ejército republicano. El tipo de guerra desarrollado sobre Las Pedrizas, Celadas y el Muletón fue de guerra de exterminio de singular dureza. La preparación artillera y el bombardeo de la aviación destrozaban los reductos que parecían inexpugnables. El espectáculo recordaba por su aparato bélico, por su gran dureza y por el perfecto acoplamiento de todas las armas que intervienen en la guerra, el de la ruptura del cinturón de Bilbao, que fue el primero en que en la guerra de España se concentró con precisión, en sólo un punto de todo un frente, la gran masa de elementos ofensivos. Así resultó verdaderamente enorme el destrozo causado al enemigo. Sus unidades deshechas eran refrescadas con reservas traídas apresuradamente y aún en estos momentos el señorío del aire, batía sus convoyes, dispersaba y destrozaba antes de incorporarse a sus líneas de fuego a las nuevas fuerzas marxistas que llegaban a la batalla

La 39 División y la CLII Brigada se deben extender hasta el Muletón.

Se empeñan primero en la lucha por la defensa y luego por el intento de reconquista de este macizo, las Brigadas LXXXIV y LXXXVII, de la 40 División, que se encontraba reorganizándose a retaguardia, y una nueva Brigada de la 67, la CCXVI .

El desgaste de las fuerzas del Ejército Popular aumenta por momentos, no sólo en cuanto a bajas de guerra sino también desde el lado de la moral.

El día 20 se produce una rebelión en el seno de la 40 División. En la Brigada LXXXIV se niegan abiertamente a combatir dos batallones, «declarándose en plena insubordinación», según parte dado a Nieto, jefe de la División. Trasladado éste al acantonamiento donde los batallones se encontraban, pudo comprobar su situación de rebeldía, que consideró «gravísima, por las circunstancias que concurrían en todas las fuerzas del frente, también agotadas, y que su contagio podría traer serias consecuencias». Aparecieron los consabidos «elementos provocadores, y hasta un comité de enlace y propaganda de rebelión», y el resultado fue el desarme de los batallones, la degradación de oficiales y jefes, suspensión de delegados y comisarios, ejecución de 46 hombres, entre sargentos, cabos y soldados y el posterior procesamiento de otros 80.

Singra

Obra derivada de Mapas Generales IGN

Ambas partes refuerzan constantemente sus efectivos.

Gran desgaste del Ejército Popular tras las operaciones del Muletón y Celadas. Rojo y Hernández Saravia trataran de reconstituirlo mediante la llegada al teatro de operaciones de Teruel de nuevas Divisiones de refresco.

La 46, al mando del mayor de milicias Valentín González, «El Campesino», procedente del TO del Centro, se traslada al frente turolense hacia el día 23 de enero.

También llega a Teruel desde Extremadura , la División 66 División, del mayor Bravo Quesada.

Ya se encontraba luchando, dentro del V Cuerpo, la Brigada CCXVII de la 67 División (mayor González Gómez) , se incorporarán las dos restantes Brigadas.

Con estas fuerzas Hernández Saravia establece su despliegue defensivo.

A la derecha el XIII Cuerpo, con las Divisiones 27 (Brigadas CXXII, CXXIII y CXXIV), 42 (Brigadas propias LIX, LXI y CLI, más la LXXXII de la 40 División) y 39 (con sus Brigadas XXII, LXIV y XCVI, incrementadas con la LII, de la 19).

A continuación el XX Cuerpo, a base de las Divisiones 66 y 46, de Norte a Sur.

Más al Sur, el CE V con las Divisiones 35, 67 y 47, el XVIII (Divisiones 70 y 34) y el XIX (Divisiones 64 y 41). L Brigada CCXXII de la Reserva General, se agrega al XVIII Cuerpo.

ELEV

Obra derivada de Mapas Generales IGN

La ocupación por las fuerzas nacionales de los Altos de Celadas, el Muletón y Las Pedrizas convence a los altos mandos del Ejército Popular de la intención de Franco recuperar Teruel y de destruir a las fuerzas que se puedan oponer.

El general Dávila intenta explotar el éxito de los días 17 y sucesivos. Ordena el 23 «establecer una línea de resistencia próxima y entorno a Teruel», fijando al enemigo en ambas alas, rompiendo su frente y ocupando el Mansueto y Santa Bárbara, para avanzar luego de Norte a Sur, rodear y ganar la capital.

Rojo y Hernández han detectado la peligrosa situación a la que se enfrentan.

Sitúan en primer lugar las Divisiones 46 y 66 ante Celadas y El Muletón, y planean un ataque de distracción en la misma zona de operaciones pero en su extremo derecho, Singra.

Allí se encuentra un punto crítico en el despliegue nacional, talón de Aquiles de los Cuerpos de Ejército del Norte y Sur del Turia, que apunta al centro de sus rutas logísticas, el único ferrocarril y la única carretera que une la zona de combate con su retaguardia. Y existe una extensa zona dominada por las vistas y hasta por el fuego artillero del Ejército Popular. Romper en esta zona y cortar la cadena logística es una idea que pasa por la cabeza de cualquier jefe de operaciones de un estado mayor.

La línea nacional del frente corría sensiblemente paralela a la carretera y ferrocarril, y en algunos puntos sólo distaba de la primera vía de comunicaciones dos kilómetros. Más allá, con una separación aproximada de otros dos kilómetros, se alzaban las posiciones enemigas, que, por encontrarse en las estribaciones de la fuerte Sierra Palomera, eran absolutamente dominantes.

El peso de esta operación lo llevará la nueva División 27/ XXI que será agregada ahora al XIII Cuerpo.

La División al mando del mayor José del Barrio, había sido una de las mejores del Ejército del Este y contaba con las Brigadas CXXII, CXXIII y CXXIV. Como apoyos contará con cinco baterías y 12 carros.

Se ejecutará una acción por sorpresa sobre la carretera y ferrocarril Zaragoza-Teruel,

«para cortar estas vías de una manera efectiva e interrumpir así las comunicaciones entre ambas capitales, así como también la llegada de refuerzos; todo «con el fin de descongestionar los sectores inmediatos a Teruel, facilitando así la labor de defensa de la capital».

En la operación colaborarán los restantes Cuerpos de Ejército:

  • El XX, ocupará las Celadas, el Muletón y Cerro Gordo
  • El V y el XVIII, las cotas al Sur de La Muela ( 1.042, 1.043, 1.062 y 1.076), la propia Muela y el barrio de La Guea
  • El XIX fijando al enemigo por una fuerte acción de fuego sobre los vértices Primer Vallejo y Carrascalejo.

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Son dos series de alturas situadas a ambos lados de la carretera.

  • Al Este las lomas de El Molar, Los Cobatillos y Los Cabezos (cotas 1.071 y 1.079), más el propio pueblo de Singra.
  • Al Oeste, la Retuerda y los llamados Cabezos Nuevos.

El punto de ruptura elegido será Singra.

Apenas a kilómetro de la carretera, pero protegido por unas pequeñas alturas. Esto no se produce en Torre la Cárcel, apenas distante 200 metros de la carretera, o en Torremocha, situado en la misma. El Mando republicano no debió dar excesiva importancia a esos condicionamientos pensando que de todas maneras el descenso desde Sierra Palomera (vértice Palomera, 1.498 metros; loma Ruido, 1.429) al llano (cotas inferiores a 1.400 metros) tenía que ser rápido y fácil. Y también que cualquier movimiento enemigo será detectado con facilidad por los observatorios de la Sierra.

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Fecha prevista ataque: madrugada del día 22. Sufre varios retrasos.

El 24 se pasa a las filas nacionales un oficial de Sanidad del Ejército Popular que informa sobre la concentración en Sierra Palomera de efectivos muy numerosos, dispuestos a atacar desde Singra a Villarquemado. Los nacionales ponen en alerta al sector y situando además sendos batallones en Villarquemado, Torrelacárcel y Santa Eulalia, dos baterías próximas a Singra y tres carros ligeros en Santa Eulalia.

Antes del amanecer del día 25, se iniciaba una fuerte preparación sobre Singra.

Al amparo de la oscuridad y con la colaboración de vecinos a modo de guías, se llega a las primeras casas y algún destacamento hasta la carretera.

Los nacionales envían el BCC I ( a pie) de refuerzo y un escuadrón de Regulares;  y concentra el fuego de la artillería.

El ataque fracasa. Queda ocupada una de las posiciones de los Cabezos Bajos, que se perderá definitivamente al finalizar el día.

Los ataques continuarían en jornadas sucesivas, muy fuerte el del 29, pero las bajas experimentadas y el desgaste general sufrido por todas las fuerzas, aconseja pasar ya decididamente a una situación puramente defensiva en los frentes de todos los Cuerpos de Ejército.

Más allá de Singra, hubo fuerte actividad. La de mayor importancia a cargo de la 46 División de «El Campesino » frente a la 13, nacional, de Barrón.

La aviación nacional interviene de manera muy eficaz . La acción sobre los despliegues de reservas en Sierra Palomera fue decisiva.

Ramón Salas

«La operación no logró su objetivo de cortar las débiles comunicaciones de Aranda, pero sí detuvo la progresión de éste y demostró, una vez más, que la maniobra nacional seguía siendo defectuosa por “canija”, por carecer de suficiente amplitud. Resultaba evidente que para progresar hacia Teruel era preciso despejar los flancos de la futura penetración y alejar el peligro que permanentemente se cernía sobre sus escasas y batidas comunicaciones»

 

Alfambra

Obra derivada de Mapas Generales IGN

Directivas del Generalísimo de 19 de enero, proyecto a estudiar, se disponía la futura constitución de dos Cuerpos de Ejército, A y B.

  • El primero, desde de la zona Bueñas-Rubielos-Cosa, deberá caer sobre Perales de Alfambra.
  • El segundo, desde Celadas, ocupará Cuevas Labradas y el pueblo de Alfambra.

Los ataques a Singra han demostrado la debilidad de la retaguardia del fuerte despliegue que apunta a Teruel. Se impone la línea de acción de ocupar todo el curso superior del Alfambra.

El 30 de enero, el general Dávila reorganiza y refuerza su Ejército de Operaciones de Teruel que quedará constituido por tres Cuerpos de Ejército:

  • Marroquí, Divisiones 1, 4, 82, 105 y 108;
  • de Galicia, Divisiones 13, 83, 84 y 150, más «elementos de la 85»
  • y de Castilla, Divisiones 54, 61, 81 y «elementos de la 52»
  • con una Reserva General, con la 5ª División y la de Caballería.

El límite entre los Cuerpos de Ejército de Castilla y Galicia será el macizo del Muletón, desde la cota 1.102, para el de Castilla. El de Galicia y Marroquí, la línea Singra-Camañas.

EOPS TERUEL

Obra derivada de Mapas Generales IGN

MISIÓN. «Batir al enemigo actualmente desplegado desde Portalrubio a Celadas, cortando sus comunicaciones sobre Perales y Alfambra»

IDEA DE MANIOBRA. Fijar al enemigo en el frente Villarquemado-Singra-Bueñas, lanzándose dos ataques convergentes, según estas direcciones:

  • Portalrubio-Perales
  • y Celadas-Alfambra.

Luego de la ruptura una masa de Caballería irrumpiría en dirección a Visiedo, restableciendo la continuidad del frente.

FUERZAS.

  • CEs de Galicia y Marroquí
  • Agrupación DIVs. DIVCAB y la DIV 5ª de Navarra

La 54 División habrá reemplazado a la 82 y a la 1ª, llegando su despliegue hasta el Sur de la Muela, cota 1.076, incluida, mientras que la 150 se extenderá hasta cubrir el anterior frente de la 84. Esta, junto con la 83 y la 85, de derecha a izquierda , se situarán al Oeste de la 13.

La Agrupación de Divisiones del general Monasterio se situará en Bueña-Rubielos.

Al Norte, el Cuerpo de Ejército Marroquí, con la 4ª, 1ª y una Brigada de la 82, de Este a Oeste, y en segundo escalón la otra Brigada de la División 82.

Han entrado en zona dos nuevas Divisiones de refresco, la 4ª y la 83, y el conjunto presentaba una fuerza de gran potencia, en un frente relativamente reducido.

Se cuenta con una gran masa de Artillería, compuesta por al menos 145 baterías.

El 3 de febrero al mando del general Martínez de Campos se encuentra la artillería siguiente :

Cuerpo de Ejército Marroquí (teniente coronel Alarcón de Lastra)

  • Artillería de Ejército afecta : dos baterías de 77 y seis de 155.
  • Artillería de Ejército que cooperaría eventualmente : dos baterías de 75, tres de 100 y tres de 149.
  • División 105 : dos baterías de 75 y dos de 100.
  • División 108 : dos de 75 y dos de 100.
  • División 1 : dos de 65, dos de 100 y dos de 105.
  • División 4 : dos de 65, dos de 100 y dos de 105.
  • División 82 : tres de 65 y tres de 105.

Total : 42 baterías.

Cuerpo de Ejército de Galicia (coronel Mariñas)

  • Artillería de Ejército afecta : dos baterías de 77 y seis de 155
  • Artillería de Ejército que cooperaría eventualmente : una batería de 70, cuatro y una sección de 75, una de 77 y una de 155.
  • División 13 : una de 65, dos de 75, dos 100 y dos de 105.
  • División 150: una de 65, dos de 75, dos de 100 y tres de 105.
  • División 83 : tres de 75 y tres de 100.
  • División 84 : una de 65 y seis de 75.
  • División 85 : dos de 65 y” tres de 75.

Total : 48 baterías y una sección.

Cuerpo de Ejército de Castilla (teniente coronel Badillo) :

  • Artillería de Ejército afecta : tres baterías de 105 y tres de 155.
  • Artillería de Ejército que pasaría a depender del Cuerpo de Ejército de Castilla a partir del del D + 1 : una batería de 75, tres de 100, cinco de 105 y dos de 149.
  • División 54 : una batería de 70, tres de 75 y dos de 100.
  • División 61: Una batería de 65, tres de 75 y tres de 105.
  • División 81 : tres de 75 y tres de 105.

Total : 36 baterías.

d) Reserva general:

  • División 5 : dos de 65, dos de 100 y dos de 105.
  • División de Caballería: Dos de 75 y tres de 105.

Total : 11 baterías.

e) Artillería de Ejército sin afectar a ningún Cuerpo de Ejército :

  • tres baterías de 150, dos de 210, dos de 260 y una de 305.

Total : 8 baterías.

Total general: 145 baterías.

Obra derivada de Mapas Generales IGN

Rojo insiste en volver sobre el plan «P» y en mi opinión su posición es correcta. Por una parte es evidente que la gran victoria  estratégica que busca el Mando republicano desde el inicio de la guerra, que haga entrar en crisis al bando nacional, no se puede llevar a cabo en Aragón y por otra es absolutamente vital llevar el centro de gravedad de la guerra lejos de Cataluña; esta región es la última reserva de la República, acceso a la frontera, demográficamente fuerte, recursos de todo tipo y sobre todo único centro industrial a disposición de la República. Claro que Franco no estará dispuesto a desplazar el centro de gravedad de la guerra de esta zona como pretende Rojo.

Para llevar a cabo sus planes, Rojo iniciará una nueva organización de las fuerzas.

El 1 de febrero se dispone la retirada del frente de Teruel de la 39 División y LII Brigada, prácticamente desarticuladas. Serán sustituidas por la 66, con la misión de defender el terreno «a toda costa y sin idea alguna de repliegue».

El XIII Cuerpo queda formado ahora por las Divisiones 42 y 66, extendiéndose hasta Tortajada.

Más al sur, el CE XX, con la 67 y 46 Divisiones, cubriendo el frente hasta la Rambla de Barrachina.

A continuación el CE XIX, con parte de la 40, más la 64 y la 41.

Quedan fuera de línea, los CEs V, XVIII y XXII y las Divisiones: 11 -ya en el teatro de operaciones del Centro-, 25, 34, 35, 39, 47, 68 y 70.

La gravedad de la situación impone nuevas medidas.

El 3 de febrero el coronel Menéndez se hace cargo del Ejército de Maniobra, que no tenía jefe propiamente dicho, dando una autonomía fuerte a esta Gran Unidad.

Del CE XX Cuerpo se hace cargo el teniente coronel don Francisco Galán, y de la comandancia de la plaza de Teruel, el teniente coronel Ibarrola.

En estos momento tan críticos aparece la Directiva del 2 de febrero, por la que Vicente Rojo proyecta una gran operación en el frente de Extremadura.

D. DE ROJO PARA OPS EN EL FRENTE EXTREMADURA

PROPÓSITO.
ACCIÓN PRINCIPAL.  Romper la «zona rebelde» en dos partes, llegando hasta Portugal,
ACCIONES COMPLEMENTARIAS.

  • Ocupar Córdoba
  • Reducir el saliente del Jarama
  • Conquistar Zaragoza o, al menos, dejarla bajo el fuego de la artillería propia.

Obra derivada de CC-BY 4.0 ign.es MTN50ImpresoSerie 1875-2022

La batalla del Alfambra durará tres días. Los resultados serán decisivos.

Fecha prevista inicio: 03FEB38. Se debe retrasar dos días por la nula visibilidad.

El día 5, la artillería  debe esperar a que levante la niebla. Cuando se inicia la preparación las baterías batieron sus objetivos de forma demoledora durante dos a dos horas y media. A esta acción se sumó un bombardeo aéreo de enorme violencia.

La resistencia encontrada fue en general escasa, aumentando de Norte a Sur.

Al final de la jornada, en el Cuerpo Marroquí.

  • la 4ª División, asalta la cota 1.379, sólidamente fortificada, y alcanza los vértices Torrecilla y Monteruelo.
  • La 1ª División conquista los pueblos de Alpeñés y Pancrudo y los vértices Las Lomas y Santa Coloma.
  • La 82, conquista Corbatón y la loma Atalayas.
  • A la derecha, la 5ª División, desde de la loma San Cristóbal, al Sur de Rubielos de Cerida, avanza en profundidad y alcanza El Glochón, dominando el pueblo de Argente.

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En el Cuerpo de Ejército de Galicia el avance es más lento.

  • La 84 División, desde las alturas de Santa Bárbara, toma el vértice Lustal , la Cantera del Rebollar y Las Majadillas
  • La 83, apoyada por la 85, ocupa loma Patagallina, aproximándose al cerro de La Mina.

Obra derivada de Mapas Generales IGN

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Prosigue la maniobra, con ritmo aún más acelerado.

En el Cuerpo de Ejército Marroquí.

  • La 4ª División alcanza Cervera del Rincón y los vértices San Darve y Pedracho Norte.
  • La 1ª, los pueblos de Rillo y Fuentes Calientes, y los vértices Pedracho Sur y Esquinazo, cortando la carretera que desde Teruel asciende por el valle del Alfambra, buscando la transversal de Montalbán.
  • La 82 llega a línea Campo Rillo-Las Mases.
  • La 5ª División continúa su rápido avance. Envuelve totalmente Sierra Palomera, en combinación con la caballería del general Monasterio, que se apoderaba de los pueblos de Argente, Visiedo y Lidón. Se lleva a cabo una incursión hasta las márgenes del Alfambra sin encontrar resistencia.

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  • La 84 División gira hacia su derecha y desde las Majadillas, se rebatía sobre los vértices Calorina y Corral Blanco.
  • La 83 alcanza las alturas de Mases.
  • La 13 desde El Pozuelo llega a la loma Casares.

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Menéndez intentará reconstruir el frente roto.

La 42 División ha quedado prácticamente desarticulada.

Para taponar la brecha se dispone de las Divisiones 27 (con la BRI CXXIV casi desecha ), 39, 19 y 66, todas con elevados grados de desgaste.

A la 19 División se le agrega la BRI LXXXII/40, todavía con cierto grado de operatividad.

Estas modificaciones, urgentes y bajo presión enemiga serán poco eficaces.

La maniobra nacional, ya prácticamente sin enemigo, culmina el 7 de febrero. En el Cuerpo Marroquí se ocupan:

  • Por la División 1ª el vértice Cañarremondo y alturas al Sur
  • Por la División 82, Perales de Alfambra.

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El CE de Galicia llega al Alfambra.

Se sitúa en la línea:
Cota 1.160-V. Cabezo Agudo- V. Santa Quiteria-alturas que dominan Peralejos- loma Los Valles- alturas sobre el pueblo de Alfambra

Se ocupa una pequeña cabeza de puente en Villalba Baja.

En los tres días que dura la batalla se produjeron fuertes combates en el frente del Cuerpo de Ejército de Castilla. La lucha fue fuerte en toda la zona de La Hoz, Primer Vallejo, Vértice Carrascalejo y alturas al Sur de La Muela. No se produjeron variaciones significativas en el trazado de las líneas.

Obra derivada de Mapas Generales IGN

Obra derivada de Mapas Generales IGN

García Valiño

«La operación de rectificación del frente de la carretera de Zaragoza a Teruel al del Alfambra se había conseguido con pleno éxito y a costa de un número de bajas tan exiguo que parecía inverosímil; unas diez de oficiales y trecientas de tropa: menos de lo que la ocupación de cualquier cota había costado en los primeros días de la batalla. En contraposición, el enemigo había sufrido duro quebranto, ya que la maniobra envolvente de Sierra Palomera les había desconcertado de tal forma que muchas unidades quedaron sin retirada posible y, desde luego, quedó en nuestro poder todo el despliegue de municiones y víveres que correspondía al frente estabilizado de Singra».

Las bajas las fuerzas de Menéndez se podrían situar en el entorno de los 1.257 muertos y 6.409 heridos.

Con la maniobra del Alfambra la batalla de Teruel cambiaría radicalmente de signo.

En esta batalla el combate se lleva a campo abierto donde la superioridad de las Divisiones nacionales es absoluta

Ramón Salas

«Al ampliar la maniobra y obligar al enemigo a salir de sus campos atrincherados y de sus organizaciones en profundidad la ventaja pasaba a ser de quien tuviera mayores recursos técnicos y contara con superioridad de fuegos aéreos y artillería»

Obra derivada de Mapas Generales IGN

 

Rojo, Saravia, Menéndez y sus Estados Mayores tratan, de nuevo, de remediar la difícil situación en la que se encuentran con nuevas reorganizaciones y un intento de recuperar, en lo posible, la iniciativa. Se planea llevar a cabo una acción de distracción en una zona más alejada del centro de gravedad de la batalla. Esta vez se operará sobre el saliente de Vivel del Río. Punto peligroso situado al Norte de la zona del Alfambra.

En la zona se encuentra la 27 División. Allí se desplazará la 70, con dos Brigadas, la XXXII y la XCII, y la 34, también con las Brigadas LXVIII y XCIV. Se tratará de constituir 72 División (mayor José Enciso) con la Brigada XCV, que pertenecía a la 70, y la CCXXIV, de nueva creación.

Más adelante se moverán a la zona la 35 División incompleta (Brigadas internacionales XI y XV) y, desde el norte del Ebro llegará la 28 División, mayor Jover, con sólo dos de sus Brigadas, la CXXV y la CXXVI.

Entre los días 8 a 14 de febrero se dictan medidas urgentes con el propósito de restablecer la situación en el Alfambra y más al Sur, crear una nueva línea de resistencia donde no exista, levantar la moral general y preparar el ánimo para una lucha que seguramente se intuye grande y quizá decisiva.

Orden del 9 de febrero de Menéndez

«Ante los ataques enemigos en la zona comprendida entre los sectores de Vivel del Río y Peralejos, en los que han introducido alguna desorganización en los sectores de contacto de los Ejércitos de Levante y Este, el Mando ha dispuesto que el Ejército de Maniobra se haga cargo de dichos sectores de unión … ».

Para cumplir la misión se dispone de los Cuerpos de Ejército XXI y XIII, más el V, que se situará en reserva.

El Ejército de Maniobra se segrega del Ejército de Levante y pasa a depender, con gran autonomía, del Ejército del Este. Se rompe en cierta manera la unidad de mando en el zona de operaciones de Teruel. Menéndez sitúa su Cuartel general en Morella. Dispone de las Grandes Unidades siguientes:

Cuerpo de Ejército XXI. Jefe, mayor Perea. Cuartel general Castel de Cabra. Composición:

  • División 70 (Toral) con las Brigdas XXXII, XCII, XCIV y CXXXII;
  • División 27 (Del Barrio), con las Brigadas CXXII, CXXIII, CXXIV y CCXI.

Cuerpo de Ejército XIII. Jefe, teniente coronel Balibrea. Cuartel general, Cedrillas. Composición:

  • Divisiones 39 (Michelena) con las Brigadas XXII, LXIV y XCVI;
  • División 19 (Cifuentes) con las Brigadas LXXIV y LXXXII;
  • División 25 (Cristóbal Errandonea), con las Brigadas CXVI, CXVII y CXVIII.

Cuerpo de Ejército V. Jefe, Modesto. Cuartel general, Valencia. Composición:

  • División 35 ( «Walter») con las Brigadas XI, XV y la titulada A, en organización;
  • División 47 (Durán) con las Brigadas XLIX y LXIX.

A nivel de CEs y DIVs la nueva organización ya está decretada pero ahora hace falta dotar a esa estructura de las herramientas necesarias para cumplir sus misiones. No solo del personal y material tan necesario, Ya en la orden del 9 de febrero, Menéndez habla de la desorganización de los sectores situados entre Vivel del Río y Peralejos. La situación general era aquí tan imprecisa que se había perdido el contacto en muchos puntos. Se debe en primer lugar restablecer la línea del frente, fijando una elemental vigilancia, la cual debería tener carácter móvil, «a fin de desorientar al enemigo». Hay que rehacer urgentemente mandos, Brigadas y batallones. Disposiciones elementales sobre la reconstitución del frente, organización del terreno, planes de fuegos, etc, dan idea del estado real de las Unidades sobre el terreno. También hay que combatir con las medidas que sean necesarias la fuerte desmoralización existente.

El mismo día 9 de febrero, el jefe del XX Cuerpo dicta otra orden donde se contempla que la misión de las fuerzas era la de «mantenerse a toda costa en las posiciones actuales, evitando el avance enemigo». Luego agrega:

«No se replegará ninguna fuerza, bajo ningún pretexto sin orden expresa, que solamente podrá emanar de mi Autoridad, viniendo obligados los Mandos de las Unidades dependientes a que este precepto se cumpla estrictamente y valiéndose para ello de todos los medios morales y materiales que estén a su alcance.» «Los casos de incumplimiento serán sancionados con la rapidez y urgencia que para ello se requiere.»

ELEV Y EMAN

Obra derivada de CC-BY 4.0 ign.es MTN50ImpresoSerie 1875-2022

A partir de Peralejos, el Ejército de Levante, que sigue bajo el mando de Hernández Saravia, con su cuartel general en Barracas.

  • De Peralejos a la rambla de Barrachina despliega el XX Cuerpo, de Galán, con su cuartel general en la masía del kilómetro 5 de la carretera de Teruel a Sagunto.
  • Desde Peralejos a Villalba Baja se encuentra el sector de Cuevas Labradas, a cargo de la 66 División (mayor Bravo Quesada) con las Brigadas CCXII, CCXIII y CCXIV;
  • de Villalba Baja a la rambla de la Baronía de Escriche, el Sector de Valdecebro, la 67 División (mayor González Gómez) con las Brigadas CCXV, CCXVI y CCXVII;
  • finalmente, entre aquella rambla y la de Barrachina aparecía la 46 División ( «El Campesino») con las Brigadas X, CI y CCIX, con la misión de defender el Sector de la Plaza de Teruel.

Obra derivada de CC-BY 4.0 ign.es MTN50ImpresoSerie 1875-2022

El 15 de febrero varias Brigadas de las Divisiones 34, 35 y 70 inician un ataque por sorpresa, sobre el saliente de Vivel del Río, nudo de comunicaciones importante.

Se perfora con facilidad la línea de vigilancia nacional y Vivel queda cercado pero a lo largo del día fuerzas de las Divisiones 4 y 108 restablecen la situación.

El día 16 la actividad es menor pero el 17 se reanudan fuertes ataques que tampoco logran el éxito.

Será el último intento para detener la ofensiva nacional en marcha ya sobre Teruel.