Se pretende, de nuevo, llegar hasta la N-VI, mejorando la difícil situación del flanco izquierdo y creando una nueva base de partida para amenazar Madrid.
Los combates se llevarán a cabo con fuerza potente pero en condiciones meteorológicas desfavorables para el atacante, nieblas intensas, que dificultan la observación y por lo tanto el empleo eficaz de la artillería y la aviación.
Pero además, las fuerzas nacionales se encontrarán con posiciones organizadas y con firme resolución del contrario de defenderlas. Y no sólo eso, Miaja recibe refuerzos continuos, trasladando con rapidez reservas a las zonas amenazadas impidiendo el avance de las columnas nacionales. La superioridad numérica del defensor es significativa y esa superioridad local en un flanco será motivo de fuerte preocupación en los CGs de Franco.