No hay Ejército. Ha caído Tarragona y ya no hay posibilidad de detener el avance enemigo sobre Barcelona.
Vicente Rojo
«Las unidades estaban deshechas. La defensa de Tarragona no fue posible porque habíamos llegado al límite de la capacidad de resistencia. ¿Qué elementos teníamos para realizarla? En el Sector Sur, tropas del XXIV Cuerpo, las menos desgastadas, pero que venían sometidas a marchas forzadas en su repliegue del Ebro y de Falset, conteniendo al Cuerpo Marroquí y sosteniendo la lucha en todo el frente Sur en condiciones desmoralizadoras, pues sobre ese Cuerpo habían refluido los elementos dispersos de la División 56, y recibió, por añadidura, refuerzos de hombres de retaguardia francamente defectuosos.
En las zonas de Valls y Norte de Reus, tropas del XV Cuerpo y unidades improvisadas; tales eran una Brigada de Defensa de Costas que se había situado en tal cometido por su agotamiento y que, rehecha en cuarenta y ocho horas con su personal incorporado, había pasado del frente marítimo al terrestre, dejando aquél totalmente desguarnecido; batallones de fortificación encuadrados en las viejas Divisiones del XV Cuerpo, unidad ésta, con solera, que había sido retirada del frente a raíz de la caída de Prades y que también precipitadamente se había rehecho, pero sin la menor solidez, con pocos cuadros y desmoralizada la gente por no haber tenido el menor descanso.»
«Veníamos siendo realmente acosados por el enemigo, sin tiempo material para rehacernos y sin recibir ni un sólo fusil ni una sola ametralladora».
Líster
«En los duros combates del 23 de diciembre al 15 de enero, los Cuerpos V y XV habían perdido una parte considerable de sus efectivos y, a partir de esa fecha, las Divisiones eran una sombra de lo que habían sido anteriormente. Muchos de los viejos cuadros y de los soldados veteranos que aún quedaban de la Batalla del Ebro cayeron durante esa primera fase del combate».
Juan Modesto
«En estos días, en los que se combatió exhaustivamente por todas las Grandes Unidades del Ejército del Ebro, se jugó la suerte de Cataluña »
Azaña, Cuadernos, día 16
«Larga conversación con Giral. Le explico lo que pasa. Recuerdo lo que Negrín me apuntó, el día que estuvo aquí con Vayo, de una conversación suya con el embajador francés: Que estamos dispuestos a seguir resistiendo, y si se perdiera Cataluña, nos iríamos al centro, a continuar.’ Disparatado propósito. Le digo a Giral, que habrá que señalar un límite. Perdidas Barcelona y la frontera, ¿ qué iremos a hacer? Lo reconoce. Cree que, en ese caso, casi todo el Gobierno me seguiría. Incluso Negrín».
Para reponer las bajas del GERO hasta la caída de Tarragona, en la Gaceta del 15 de enero se decreta la movilización de los reemplazos
- de 1917 y 1918 para el Ejército de Tierra,
- 1918, 1919 y 1920 para la Marina
- y 1915 y 1916 para los trabajos de fortificación.
Además, todos los ciudadanos útiles desde los 17 a los 50 años quedarán a disposición de la Inspección General de Ingenieros. Los inútiles de guerra deberán presentarse en los Centros de Reclutamiento.
Se trata de una movilización general.
Cordón
«El mismo día y por orden suya, llevé a la firma de Negrín una disposición militarizando a todas las empresas, industrias y trabajos relacionados directa o indirectamente con la guerra, el transporte y el abastecimiento. Ya bastante antes se había decretado la militarización de los puertos.» «Estas drásticas medidas que aplicadas convenientemente podían tener todavía efectos positivos en la Zona Centro-Sur, por las razones expuestas ya, eran tardías y, por ello, hasta contraproducentes, en ciertos aspectos, adoptadas en la Zona Catalana.» «Faltaban uniformes, cartucheras y otros elementos y el cansancio de la guerra, la falta de una perspectiva clara y positiva de la salida de la contienda, las privaciones e, incluso, aquella mezcla de jóvenes y hombres maduros llamados conjuntamente a las armas, eran causa de desánimo en muchos, sobre todo entre los hombres de más edad»
En la práctica esta movilización no se llega a realizar.
Se carece de material, desertan todos los que pueden, falta tiempo y falta, sobre todo, moral de guerra.
Zugazagoitia dice que el soldado piensa que todo estaba perdido, por lo que las deserciones se multiplicaban hasta el punto de hacer
«inexistentes las unidades». «La verdad era que el Ejército tenía deshecha su cohesión y que el 80 por 100 de los hombres que llegaban a reforzar las unidades tenían una moral bajísima»
Ramos-Oliveira
«En el ínterin, Barcelona se desploma moralmente. La aviación ítalo-alemana bombardeaba la ciudad como en marzo del año anterior, a mansalva. Desorganizados los transportes e inutilizado el puerto por los bombardeos aéreos, el problema del abastecimiento de la ciudad se agravó por modo irremediable en unos días. El barullo político, que nunca cesó; la acción corrosiva del separatismo, las luchas personales y de los partidos, que se reflejaban incluso en el acaparamiento de las provisiones por organismos partidistas, agudizaban el malestar público. Las privaciones de todo linaje, el largo sufrimiento, y sobre todo, la súbita disipación de la esperanza de contener al enemigo en las montañas, se coligaron para anunciar el fin de la resistencia republicana en Cataluña»
Zugazagoitia
«Se especulaba con la resistencia de Barcelona. La ciudad, en concepto de los más, estaba bien preparada para repetir el gesto de Madrid» Se habla del «cinturón de hierro de Barcelona» pero se trata de unas someras obras apenas iniciadas.
La ocultación metódica de la verdad que hacían gala los partes servía de poco. «Barcelona presencia todos los días la entrada de los campesinos que vienen a pedirle refugio. La matrícula de los carros, cargados con el ajuar humilde, corrige la omisión de los partes, indicando con exactitud por dónde anda la guerra. El espectáculo, con la fácil observación que lo acompañaba, no tenía nada de reconfortante. Suscitaba ideas pesimistas. En mí despertaba la secreción de todos los humores negros»
Rojo
«Notábamos la falta de lo esencial en estas circunstancias de crisis: el apoyo y la colaboración de nuestra retaguardia>>
Madrid ya no se recuerda. Eran otros tiempos. Han pasado dos años y medio entre derrotas y calamidades. Es mejor que todo termine cuanto antes.
CUARTEL GENERAL DEL GENERALISIMO ESTADO MAYOR
3ª Sección
OPERACIONES SOBRE CATALUÑA
En mi Puesto de Mando de «TERMINUS» a 16 de enero de 1939-III Año Triunfal.
INSTRUCCION GENERAL NUM. 11
Dadas las características que presentan las operaciones que actualmente se desarrollan en el frente de Cataluña y la desarticulación de las organizaciones enemigas, es indispensable seguir imprimiendo a aquéllas un ritmo acelerado sin dar tregua al enemigo, para:
I. Impedir que pueda establecerse en nuevas líneas, fortificándolas y formando «cortezas» que retrasen nuestro avance.
II. Atacar vigorosamente las resistencias esporádicas que presente el enemigo, explotando los éxitos obtenidos en las direcciones:
- a) Tarragona-Villanueva y Geltrú-Villafranca del Panadés.
- b) Valls-Pont de Armentera-Esblada-La Llacuna-San Saturnino de Noya-Martorell.
- e) Santa Coloma de Queralt-Igualada-Tarrasa.
- d) Cervera-Manresa.
III. Destruir al enemigo obligándole a presentar batalla lo más lejos posible de Barcelona y de la frontera con Francia.
IV. Mantener siempre el contacto con el enemigo, organizando destacamentos ligeros de explotación, a fin de:
- a) Acelerar la maniobra.
- b) Aprovechar en toda ocasión la falta de voluntad del enemigo para el combate, sin perder tiempo en concentraciones propias o cambios de dispositivo que pueden acarrear retrasos.
- c) Establecer los puestos de mando lo suficientemente avanzados para que las tropas sientan la voluntad del jefe que impulse en todo momento el avance. Esto, sin perjuicio de la iniciativa que en situaciones como éstas han de tener los jefes de las Unidades de Contacto.
DESTINATARIOS
Para cumplimiento:
FRANCO
(Firmado)
Excmo. Sr. General Jefe del Ejército del Norte.
Para conocimiento:
Excmo. Sr. General Jefe del Aire.
Excmo. Sr. General Jefe del C. T. V.
Excmo. Sr. General Jefe de la Legión Cóndor.
CUARTEL GENERAL DEL GENERALISIMO
ESTADO MAYOR
3ª Sección
OPERACIONES SOBRE CATALUÑA
En mi Puesto de Mando de «TERMINUS» a 17 de enero de 1939.-III Año Triunfal.
ADICION A LA INSTRUCCIONN GENERAL NUM. 11
Para facilitar el avance imprimiendo la mayor celeridad posible a la maniobra de la masa principal del Ejército del Norte, estimo conveniente, una vez que el Cuerpo Ejército del Maestrazgo haya rebasado el nudo de CALAF, si como es de suponer el Cuerpo Ejército de Urgel está ya en posesión de PONS y el de Aragón en sus objetivos, convertir el flanco estático que había de constituirse al Norte del Cuerpo Ejército del Maestrazgo, en un flanco dinámico con lo que se logrará:
- a) Detener unidades enemigas sin libertad para montar una acción sobre nuestro flanco izquierdo.
- b) Ocupar los importantes nudos de comunicaciones de Basella (Norte (N) de Castenou), Solsona y Berga, taponando los Valles del Alto Segre, de Cardoner y del Llobregat.
- c) Obligar al enemigo a desplazar buena parte de sus fuerzas de las posibles líneas de resistencia al sentir por el Norte (N) la amenaza de sus comunicaciones con Francia, así como descongestionar posiblemente de enemigo el Valle de Seo de Urgel.
- d) Asegurar el flanco izquierdo del Cuerpo Ejército del Maestrazgo, evitando marche durante una larga zona con aquél al descubierto.
- e) Acelerar la marcha de la masa principal de maniobra del Ejército, al despreocupada de su flanco.
- f) Transformar nuestro frente actual por el Norte (N) en otro de desarrollo más económico.
- g) Incorporar al Territorio Nacional una zona importante y en la que existe gran número de partidarios.
Por todo lo expuesto procede:
I. Atacar simultáneamente con los dos CC. de EE. antes citados en las direcciones generales:
- a) Pons-Basella-Solsona.
- b) Torá-Solsona-Berga.
II. Otras acciones:
- a) Asegurar con un Cuerpo de Ejército la zona de Pons-Basella-Solsona y Berga, uniéndose por el Oeste (O) con la actual línea.
- b) Adelantar eventualmente y si la situación lo aconseja la línea actual hasta Seo de Urgel o Puigcerdá.
- c) Converger con el segundo de los Cuerpos de Ejército citados sobre la línea del Llobregat al Sur (S) de Berga.
DESTINATARIOS
Para cumplimiento:
Excmo. Sr. General Jefe del Ejército del Norte.
Para conocimiento:
Excmo. Sr. General Jefe del Aire.
Excmo. Sr. General Jefe del C. T. V.
Excmo. Sr. General Jefe de la Legión Cóndor.
EJERCITO DEL NORTE
ESTADO MAYOR
3ª Sección
En Escala a 17 de enero de 1939
INSTRUCCION GENERAL NUM. 53
I. SITUACION DEL ENEMIGO
Reducidas a la mitad de sus efectivos e incapacitadas para toda resistencia las Unidades Rojas intentan establecerse sobre líneas defensivas que ya han perdido en algunos sectores. El adjunto esquema ofrece sólo una idea aproximada del despliegue de sus Grandes Unidades cuya composición varía con las incidencias de la lucha, y muchas de las cuales tienen sólo existencia nominal.
II. PROPOSITOS INMEDIATOS DEL MANDO
Atacar en todo el frente, superando rápida y vigorosamente cualquier resistencia local y empleando a fondo todas las energías de nuestras tropas para acelerar la destrucción de los núcleos enemigos situados al Oeste del Bajo Llobregat.
III. MISIONES DE LOS CUERPOS DE EJERCITO
A) Cuerpo de Ejército Marroquí.
Avanzar en las direcciones:
- Creixell-Villanueva y Geltrú-San Baudillo de Llobregat.
- Bonastre-Villafranca del Panadés-Molíns del Rey,
llevando su esfuerzo principal por la línea del interior.
B) Cuerpo de Ejército de Navarra.
Avanzar rápidamente llevando
- su esfuerzo principal en la dirección: Rodona-San Saturnino de Noya-Martorell,
- y sus esfuerzos secundarios por: Esblada-La Llacuna-Mediona-Las Oliveras-Abrera.
C) C. T. V.
Avanzar en la dirección general: Santa Coloma de Queralt-Igualada-Esparraguera.
D) Cuerpo de Ejército del Maestrazgo.
Una vez alcanzada la posición prevista en mi Instrucción General número 52, continuar su avance en las direcciones:
- Calaf-Manresa.
- Montmaneu-Copons-Castellefullit-Guardiola – Castellbell,
llevando su esfuerzo principal sobre la primera.
E) Cuerpo de Ejército de Aragón.
Alcanzar los objetivos previstos en mi Instrucción General número 52.
F) Cuerpo de Ejército de Urgel.
Realizar la operación dispuesta en mi Instrucción General número 52.
IV. LIMITES DE LA ZONA DE ACCION
A) Entre el Cuerpo de Ejército Marroquí y el de Navarra:
Masllorens-Las Pesas-Rañeras-bifurcación al Suroeste de Villafranca del Panadés-Villafranca-Lavern-vértice Moncau (cota 631)-vértice Creu Aragal (cota 545).
(Desde Villafranca para el Cuerpo de Ejército de Navarra. Carreteras en el límite serán de uso común).
B) Entre Cuerpo de Ejército de Navarra y el C. T. V.:
Cotas 922-509-731-583-San Jaime de Oliveras-San Esteban. (Las crestas y estos puntos para el Cuerpo de Ejército de Navarra.)
C) Entre el C. T. V. y el Cuerpo de Ejército del Maestrazgo.
Bellmunt-Argensola-Jorba-Odena (todos estos puntos para el C. T. V.).
D) Entre el Cuerpo de Ejército del Maestrazgo y el Cuerpo de Ejército de Aragón.
El señalado en mi Instrucción General número 52.
E) Entre el Cuerpo de Ejército de Aragón y el Cuerpo de Ejército de Urgel.
El señalado en mi Instrucción General número 52.
V. MODALIDADES DE EJECUCION
- Los Cuerpos de Ejército adoptarán un dispositivo compacto y elástico, con sus Divisiones concentradas, de tal suerte que todo cambio de dirección de avance sea realizable sin retraso.
- Cada Cuerpo de Ejército constituirá dos o más destacamentos ligeros, que mantendrá siempre adelantados y dispuestos a flanquear y cortar las direcciones de repliegue enemigas.
- Una parte de las Artillerías Divisionarias y de Cuerpo deberá hallarse siempre sobre ruedas dispuesta para avanzar.
- Por la forzosa inestabilidad de propósitos del enemigo las situaciones particulares han de evolucionar muy rápidamente. Es pues indispensable que los Mandos de Gran Unidad puedan apreciarlas inmediata y personalmente, para aprovechar toda oportunidad y para impulsar el avance de sus tropas.
El General Jefe del Ejército del Norte
FIDEL DÁVILA
(Firmado)
150130ENE. Directiva del G.E.R.O.
«La nueva variación de la situación militar aconseja el repliegue del ala izquierda del Ejército del Ebro a la orilla izquierda del río Gayá, manteniendo el centro y el ala derecha en la línea prevista.»
Hay que hacer frente al avance enemigo en dirección a Igualada, centro clave de comunicaciones y ya muy cercano a Barcelona. La caída de Igualada permitirá al enemigo el envolvimiento de la capital por el norte. Igualada debe defenderse a toda costa.
Sobre la misma hora, Modesto fija las ZAs de sus CEs.
- El XXIV Cuerpo entre el kilómetro 17 del ferrocarril de Picamoixóns a Villanueva y Geltrú y la Costa;
- el XV, desde el Km 17 al monasterio de Santas Creus, excluido;
- el V, desde el monasterio a Montargull (incluido);
- y el XII, a la derecha del anterior hasta la cota 562, dos kilómetros al Sur de Cervera (181).
Las ideas principales en estos documentos son evitar todo envolvimiento y contener el avance enemigo. Repliegues siempre escalonados.
17ENE. El coronel Matilla como jefe de Estado Mayor del G.E.R.O. reitera a cada Cuerpo de Ejército la orden de resistir a toda costa ( Sin embargo, MODESTO señala que el 16 recibió orden de que su Ejército del Ebro se retirase dejando a su izquierda la ciudad de Barcelona, que sería defendida por un mando de Estado Mayor y unas unidades especiales), «manteniendo el enlace entre los [Cuerpos] laterales, pues en la mayoría de los casos el enemigo progresa por los puntos de contacto»; se avisa de hacer poco uso de la artillería, la única arma que puede superar la falta de moral de los infantes. Según Matilla no hay enlace entre los Cuerpos XII y XVIII, lo que permite al contrario atacar fácilmente por el vacío existente en dirección Cervera-Igualada, maniobra que trataría aquel de combinar con otra procedente de Santa Coloma y en dirección a La Panadella.
Ocupada Igualada, Barcelona queda totalmente amenazada.
El 17ENE, el Comisario jefe del G.E.R.O.
«La carencia de reservas nos obliga a mantener las mismas fuerzas varios días en sectores activos. Esta necesidad ha producido gran depresión en las filas propias.»
La División 24 se disuelve. Sus mandos y la tropa reforzarán la 43 División, que queda afecta al XV Cuerpo.
El XXIV desaparece. Su cuartel general, con las Brigadas CLI y CLIII, pasaban a depender del G.E.R.O. De la 56 División, desarticulada, se hace cargo el mayor Roca Oliver, jefe de la disuelta 24.
Vicente Rojo
«Si imperioso era defender Tarragona , no lo era menos contener al enemigo en las demás direcciones de penetración hacia Barcelona, por Igualada, por Villafranca, por Manresa. Reunir todas las fuerzas en una zona para contraatacar o resistir hasta el exterminio, era, ya lo hemos dicho, en el tiempo y en el espacio imposible y la moral no lo consentía. Era, por otra parte, querer cerrar una puerta a piedra y lodo, mientras quedaban abiertas otras sobre el objetivo principal de la maniobra de conjunto, que era Barcelona »
Volvamos a examinar la actividad del frente sur: tras la caída de Tarragona y Cervera, ocurrida el 15, y la ocupación por nuestras fuerzas de la línea del Gayá, el enemigo rehízo su dispositivo y se limitó, el 16, a restablecer el contacto, roto en diversos puntos.
El 17 reanuda los ataques y el 18-19 se generalizan en todo el frente desde el mar hasta la carretera general de Lérida a Barcelona. Se combate muy bien en algunos puntos; pero es arrollado el dispositivo en diversos lugares. Hay una ruptura en la zona montañosa de Montagut que conduce a la ocupación de Igualada, y una caída total del frente de los Cuerpos XXIV y XV en la costa, perdiéndose Villafranca.
La impresión dada por mí de la situación militar en la noche del 21 al 22 de enero era la siguiente, como consecuencia de los partes que recibía:
El frente no existe prácticamente en las direcciones:
—De Solsona,
—De Barcelona, por Ordal, Olesa y Garraf,
—De Manresa, por el eje Igualada-Manresa.Si mañana flaquean los batallones de ametralladoras y la brigada procedente de Madrid, se agota la posibilidad de restablecer las tropas en una línea de detención, pues el enemigo llegará a cualquiera que se elija antes de que nuestras tropas puedan guarnecerla con alguna solidez, pues no hay reservas. Si tal fenómeno ocurre, los accesos de Barcelona quedarán abiertos y sin tropas para cubrirlos.
Las nuevas divisiones carecen de solidez y necesitan, cuando menos, tres días de instrucción, con armas que aún no tienen. Se corre el riesgo de perder el armamento que se les entregue, y que aún ha de llegar.
Finalmente, se estima indispensable y urgentísima una actuación de los elementos políticos, diputados y representantes del Frente Popular, cerca de las tropas, de los elementos recuperados y de la retaguardia.
Por fortuna, y gracias a la enérgica cooperación de los mandos, comisarios y cuarteles generales de las grandes unidades, una vez más se recuperaba la gente y se rehacían las unidades. Parecía, el día siguiente, posible asegurar el frente porque había elementos sólidos, unidades de buena solera que, aunque batidas, pronto reaccionaban y asumían funciones de sacrificio hasta lograr que otras unidades de menor cohesión fuesen rehechas, con refuerzos de hombres y armas,
con unos batallones de carabineros que fueron armados en retaguardia, con los batallones de ametralladoras, de los cuales pudo darse inicialmente armamento a diez, y, finalmente, con una agrupación de fuerzas formada a base de una brigada venida en la segunda expedición de la zona Central y cuya unidad, desembarcada a las 10 de la mañana, era alertada para la marcha al frente a las tres de la tarde. Esta unidad venía de Somosierra; llevaba cuatro días de marcha en tren, en camiones y en barco, y su personal estaba gastado físicamente; pero no había más remedio que utilizarla; era la única tropa fresca, o al menos no desgastada en combate, que teníamos, y el frente, caído en la dirección de la costa, constituía un gravísimo peligro para Barcelona.Con tales elementos y las viejas unidades, en las jornadas del 22 y del 23 pudo reconstituirse el dispositivo de combate con apariencias de solidez.
En la noche del 23 al 24 fijamos una idea de maniobra consistente en:
- asegurar el frente defensivamente, con las tropas frescas y recién reorganizadas y armadas, y con parte del Cuerpo XV, en la arista montañosa que cubre el Llobregat por el sur;
- reunir las tropas del V y del XII recién armadas (las unidades rehechas) en la región al este del río, en Monistrol-Rellinás-Vacarisas para, si el enemigo en su avance sobre Barcelona era detenido por el sur y rompía, como se esperaba, para envolver Barcelona por el oeste, caer con dichas fuerzas de flanco sobre el Cuerpo Italiano, que al parecer realizaba la maniobra de desbordamiento, mientras la margen izquierda del Llobregat, al norte de Martorell, era cubierta por otras fuerzas.
- Al Ejército del Este se le asignaba análoga misión defensiva en el Cardoner y se le ordenaba reunir igualmente sus tropas rehechas en la región de Manresa (aún no había caído este punto) para actuar por el oeste del macizo de Montserrat y crear una amenaza que pudiera entorpecer la acción principal dirigida sobre Barcelona.
En la misma orden, dada con la finalidad expuesta, se precisaba la conducta a seguir para la defensa de la plaza.
Aspirábamos, pues, a defender la línea del Llobregat, sobre la cual creíamos, erróneamente, que el enemigo reorganizaría su dispositivo antes de emprender el ataque a la plaza de Barcelona; y pensábamos hacerlo, no sólo con la resistencia frontal, sino con dos ataques sobre los flancos de las direcciones principales de penetración que llevaba el enemigo.Desgraciadamente, éste no dio descanso a sus tropas; Manresa se perdería sin resistencia y nosotros no tendríamos tiempo
ni medios automóviles y ferroviarios para realizar con la urgencia que los sucesos requerían la distribución del armamento y las necesarias concentraciones.¿Hubiéramos podido llevar la defensa y la maniobra más a retaguardia? No.
La línea del Llobregat era la única en que podía contenerse la maniobra enemiga sobre Barcelona. Lo que no pudiera hacerse allí tampoco se haría más a retaguardia; la moral de Barcelona no era la de Madrid en 1936 y, por otra parte, si el enemigo llegaba al lindero de la plaza, el estado en que se encontraba el ejército no dejaría lugar a una fuerte reacción. Por eso, mi preocupación fue asegurar la resistencia y la detención, en el Llobregat, hasta Martorell, y, desde este punto, en la alineación montañosa que continúa por la margen derecha hacia Garraf, en la costa; de todo ello lo fundamental era evitar el acceso al llano que rodea por el oeste a Barcelona y la llegada al mar por la línea de Moneada y Mataró. Muchos días antes se habían hecho previsiones para organizar esa línea y se dieron órdenes explícitas para la defensa, con tiempo suficiente; pero las órdenes no bastaban; ni la buena disposición de los jefes, tampoco; como tampoco el entusiasmo de los buenos combatientes; todo era poco, pues todo se desvanecía en el ambiente de indiferencia de la masa y ante el convencimiento de impotencia que todo lo invadía.
No teníamos ejército. Los hombres que por aluvión a él llegaban servían para muy poco. Unidades enteras como un batallón de carabineros que, completo de cuadros y efectivos, se le dotó de armas, al entrar en línea en las alturas de Garraf no soportó diez disparos de artillería, desapareciendo pulverizado antes de tomar contacto: no se podía tener confianza en ningún punto del frente ni en ninguna nueva unidad.
La llegada del armamento no había provocado ninguna reacción favorable, pues era demasiado tarde para ello.
Los batallones de ametralladoras que pudieron armarse quedaban absorbidos en las grandes unidades. Ciertamente cumplían su deber, pero sólo accidentalmente; no eran bastantes para, por sí mismos, asegurar la detención. Por si era poco, el segundo lote de ametralladoras llegaba a las unidades inservible, por haberse perdido las cintas.
Al espíritu de resistencia había sustituido la idea de salvación. Temían todos verse copados. Sabían la importancia de la maniobra que el enemigo realizaba y dominaba por encima de todo el deseo de no caer en sus garras. En verdad, la moral sólo se sostenía en los mandos. Visité el puesto de comandancia del Ejército del Ebro la noche del 24 al 25, antes de ausentarme de Barcelona.
Comprobé que la directiva dada para la defensa de la plaza había sido bien interpretada y que las órdenes se habían ajustado a la situación. Ni había desgana en los mandos ni desmoralización. Se aceptaba la situación como una cosa natural ante lo voluminoso del ataque; supimos cuánto hubo de desconcierto en la actuación de las tropas nuevas, el paso del Llobregat por los primeros elementos enemigos hacia el sur de Tarrasa y las medidas que se habían adoptado en todos los aspectos; marché al nuevo puesto de mando con la esperanza de que la situación podría, si no resolverse favorablemente, sí contenerse. Desgraciadamente no fue así. El enemigo aquella noche ampliaba su paso por el Llobregat y el contraataque preparado por el V Cuerpo no podría efectuarse, como ya dijimos antes, por no poderse reunir las principales tropas a él destinadas y no llegar a tiempo a ellas las armas.
De las seis línea previstas solo la L-1 y L-2 se encontraban en grados avanzados de ejecución cuando los nacionales inician la Campaña de Cataluña.
En el resto de líneas los trabajos apenas se habían iniciado.
El día 17, el general Rojo se dirigía urgentemente al Comandante Militar de la Zona del Interior de la Región Oriental y plaza de Barcelona, ordenándole, «con carácter urgentísimo», la defensa inmediata de aquella plaza, a base de una línea que pasara por la margen izquierda del Llobregat, a partir de San Feliú, siguiendo la alineación montañosa del Tibidabo, para alcanzar el río Besós en Moncada.
La llamada era angustiosa y en ella se pedía que los reconocimientos y estudios previos necesarios se llevasen a cabo
«en un plazo brevísimo», que «las obras se empezaran sin demora », y que en ellas se utilizara «todo el personal civil útil de la población», para imprimir a los trabajos «el mayor impulso»
No era sólo Barcelona. El propio general Rojo disponía que con relación a la línea L-4 (Llobregat), los Ejércitos podrían movilizar a todo el personal civil para la ejecución de obras que no fuesen de estricta vanguardia, colaborando en los trabajos los soldados de la Inspección General de Ingenieros.
Se llegaba tarde, el último punto de la Instrucción citada decía
«Cuando se tenga trazado el plan de conjunto en relación con la obra de referencia, y en todo caso antes de cuatro días, será entregado a este Estado Mayor un plan completo de utilización de medios, personal y trabajo que van a ponerse en
ejecución»
Resulta claro que no se tiene confianza alguna en la línea L-3, pese a que a última hora se había tratado de reforzarla en su trazo Sur, a base de dos ramales, uno defendiendo Villafranca del Panadés y Villanueva y Geltrú, y otro las alturas al Oeste de los ríos Noya y Llobregat. Cuando llega este momento de la guerra sólo estaba construida de ella el nudo de Calaf y algún otro punto.
Se encontraban en fase más o menos avanzada un conjunto de obras entre las líneas 2 y 3, no proyectadas en un principio y que formaban una especie de nueva Posición de Enlace. Seguían estas obras la margen derecha del río Llobregós, desde Pons, llegando a Calaf y bajando luego, con puntos de referencia en los pueblos de Cunill, El Astort, Freixanet, San Antolí, Montolíu, Guimerá y Ciutadella . Igualmente estaba construida, en grado mayor o menor de perfeccionamiento, una línea pretendidamente muy fuerte, extendida desde Igualada a la Sierra Granera, con la sierra de Montserrat y el desfiladero de Bruch como zona infranqueable. Su trazado solo cerraba Barcelona de un avance en la dirección Norte-Sur, hipótesis poco probable.
Juan Simeón Viciarte habla de un proyecto más que no se llevó a cabo. Viciarte relata así lo que le refirió el general don José Asensio:
«El coronel Claudín había proyectado con más de ocho meses de anticipación un plan de defensa de Barcelona, en un radio de acción de más de cincuenta kilómetros. Comenzó unas obras de defensa que principiaban en el Perelló, pasaban por los Bruchs y enlazaban cerca de Manresa. Para su ejecución la CNT había ofrecido un cuerpo de voluntarios para la construcción de trincheras, parapetos, nidos de ametralladoras. No se pedía más que la autorización y el material necesario para cierto tipo de fortificaciones.»
El general Asensio aprobó el plan, «que era independiente del ideado por el Estado Mayor Central y complementario del mismo»; pero no se llevó a cabo.