La guerra en estas tierras, verano de 1936, no ha sido como en Somosierra o Guadarrama.
Los efectivos en ambos bandos eran escasos, frente extenso con amplios espacios y sin líneas naturales de defensa. En este escenario la maniobra es mínima y las incursiones en terreno contrario son frecuentes.
El primer intento nacional para ocupar Sigüenza fracasa el 7 de agosto. Los efectivos empleados son aún escasos.
Se sustituyen mandos y se cambia de táctica.
La conquista de Sigüenza no es fácil y requiere prudencia y avances seguros. La nueva táctica es efectiva y el 23 de septiembre, Sigüenza se encuentra prácticamente cercada.
Sigüenza es una plaza medieval, bien amurallada y protegida.
Edificada sobre la caída de un espolón, orientado de Sur a Norte sobre el río Henares. El espolón está limitado al Este y al Oeste por dos vaguadas, al fondo de las cuales discurren los arroyos del Vado y Valdemerina. Una situación topográfica que favorece la defensa.
La torre de la Catedral tiene de cota 988 metros. Otros edificios destacados de Sigüenza son
- el Castillo, en ruinas
- el Seminario
- y el Colegio de las Ursulinas.
Las calles de la ciudad son estrechas y tortuosas, en pendiente por lo que todo el casco urbano se presenta difícil para una ocupación en fuerza.
En el entorno de la plaza hay una serie de líneas defensivas fortificadas apoyadas principalmente en las alturas de los cerros Mirón, Otero, Moretón y la Quemada.
El 3 de octubre se crea la División de Soria, al mando del general don José Moscardó, con cuartel general en Soria; el Jefe de Estado Mayor es el teniente coronel don Eduardo Casas.
La misión de la División es guarnecer el frente desde el puerto del Reventón, excluido, al pueblo de Medinaceli, incluido.
La División limita a la derecha con la 7ª División y a la izquierda con la 5ª. Se articula en dos Columnas:
- la de Somosierra, al mando del coronel García-Escámez
- la de Sigüenza, del coronel Marzo.
El 6 de octubre la División cuenta con 11.661 hombres; al teniente coronel Marzo le corresponde 3.799 y dos baterías.
Las fuerzas de Infantería están compuestas por
- el batallón Gallego
- un batallón del América
- un batallón del Gerona
- dos compañías del Bailén
- una compañía del Aragón
- un número variable y heterogéneo de falangistas y requetés de Navarra, La Rioja y Soria
De otras Armas
- un escuadrón
- dos baterías
- dos compañías de Ingenieros
Y un número no determinado de guardias civiles.
La Agrupación Marzo se organiza en dos Columnas:
- Occidental o Atienza, al mando del teniente coronel Guerrero
- Oriental o Alcolea, al mando del teniente coronel Palacios.
En estadillo de 11 de octubre la Columna cuenta con 4.636 hombres y con seis piezas de artillería.
La fuerza consta de
- una compañía y un escuadrón de Asalto
- una compañía de la Guardia Nacional Republicana
Y una importante masa de milicianos de Aragón, Sigüenza, Guadalajara y Aranjuez
- de las milicias ferroviarias
- de la C.N.T. (anarquistas)
- comunistas (batallón «La Pasionaria»)
- comunistas heterodoxos (del P.O.U.M. o Partido Obrero de Unificación Marxista)
- dos batallones llamados «20 de julio» y «Numancia», sin filiación conocida.
La Columna se dividía en «Flancos»:
- Izquierdo (570 hombres)
- Centro (2.600)
- Derecho (458).
Todas estas fuerzas eran milicianas ya que los guardias civiles y de Asalto se encontraban en Taracena.
Políticamente dominaban los anarquistas o, al menos, sus líderes más destacados, Feliciano Benito y José Martínez de Aragón.
En los planes de Mola, la División Soria tomaría parte en el ataque a Madrid pero de momento su misión será
«Ocupar Sigüenza y avanzar con paso seguro a situarse en la línea Jadraque-Almadrones, extendiendo su frente, si las
circunstancias lo permitieran, hasta Cogolludo».
Las fuerzas de Somosierra y Navafría se limitarán a consolidar sus posiciones y mantener la intranquilidad en el enemigo.
En el otro bando, un informe de 5 de octubre del coronel Jiménez Orge señalaba que Sigüenza quedaba
«muy adelantada y sin la debida protección de su línea de comunicación».
La ciudad estaba prácticamente cercada y su única salida era la vía férrea, por donde se movía un tren blindado. Se trataba de una situación insostenible y debía abandonarse si no se recibían los necesarios refuerzos.
El 23 de septiembre los nacionales ocupaban, como posiciones avanzadas, de Oeste a Este:
- las del pueblo de Huérmeces
- Alto de la Cabeza
- loma Los Cobachos
- pueblos de Carabias
- Palazuelos
- Cerro Llanillo
- vértice Mojanazo,
- pueblo de Alcuneza
- vértice Morretón
- pueblo de Peregrina.
La situación de Sigüenza era ya crítica. Cinco días después, el 28, se ocupan las posiciones de Parrilla y Valdechabalos y se corta por el fuego el ferrocarril de Madrid a Zaragoza; a la vez que se avanza por Barbatona. Por esta parte se llega a 1.000 metros de las fortificaciones de Sigüenza.
El 30 de septiembre se ocupa el Otero, el Mirón y la Quebrada. La Quebrada cerraba con Valdechabalos el cerco. El enemigo se retira.
La reacción se produce al día siguiente, se repara la vía férrea y se atacan las posiciones nacionales, principalmente la Quebrada, que queda aislada; la aviación republica apoya el contraataque.
El día 2, los nacionales restablecen la comunicación con la Quebrada y cortan de nuevo el ferrocarril ,
El 4 se avanza un kilómetro por el pinar situado entre Barbatona y Sigüenza.
Se prepara el asalto a Sigüenza.
El asalto se desencadena el día 9 de octubre.
A las 1215H, tras intenso bombardeo aéreo, se entra en la ciudad que quedará ocupada al anochecer. Quedan reductos de resistencia en la Fábrica de Alfombras y en la Catedral. Los incendios se extienden por la ciudad.
Las bajas atacantes han sido escasas. Las pérdidas entre los defensores son mayores. El parte nacional del día 8 daba 300 bajas enemigas. El del día 9 señalaba 146 cadáveres.
La reducción de la fuerza encerrada en la Catedral no fue fácil. Se trataba de unos 450 anarquistas muy decididos, de ellos 90 heridos o enfermos, bien abastecidos de víveres y municiones y disponían de un aljibe que les suministraba agua; había un grupo de mujeres muy numeroso.
Se intentó parlamentar por parte del teniente coronel Marzo pero no se rinden por lo que se monta el asedio del edificio en toda regla.
En la madrugada del 10 rompen el cerco unos 150 hombres.
El 12 intentan los restantes hacer dos salidas pero son rechazados.
El 14 un grupo numeroso trata de escapar por las alcantarillas y llegar al cementerio de los canónigos. Algunos hombres y mujeres consiguen alcanzar el pinar situado entre Sigüenza y Barbatona pero son perseguidos y capturados.
El 14 Jiménez Orge proyecta la liberación de los defensores. Propone a Pozas un plan para ejecutar en la mañana del 16. Ese día las fuerzas de Marzo lanzan dos asaltos y logran la rendición de los últimos defensores.
Una orden del jefe de la División de Soria, de fecha 19 de octubre, para la Columna del ya coronel Marzo, dispone las próximas operaciones que se llevarán a cabo de modo sucesivo:
- primero sobre el flanco izquierdo, objetivo principal Algora
- segundo por el centro, para ocupar Negredo y Baides
- tercero más tarde por el Oeste, para de ganar Congostrina
- y finalmente, por el centro otra vez, para conquistar Jirueque, como punto avanzado.
«Esta presión alternativa se llevaría a cabo en la forma que aconsejaran las circunstancias, los medios disponibles, situación del enemigo y resultados obtenidos en anteriores operaciones.»
La ocupación de Jadraque sería objeto de posterior estudio ya que la población se encontraba dominada desde las alturas al Sur y requerían su ocupación previa
«lo que distraerían tal vez más fuerzas de las que pudieran quedar disponibles».
La orden no contemplaba operar sobre Almadrones.
El 22 de octubre se intenta una acción sobre Gascones y Villavieja, combinada con otra en el sector de Navafría; sin resultado debido a la firme resistencia encontrada.
Los mandos de tres columnas de Somosierra serán
- Columna de Derecha, comandante Díez de la Lastra
- Columna Centro, comandante Angulo
- Columna Izquierda, comandante Aranguren
Los días 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 15 de noviembre se ejerce presión sobre Buitrago en cumplimiento de órdenes de Mola.
El 23 de octubre fuerzas nacionales de milicias efectúan una incursión desde Galve; recorren los pueblos de Valdepinillos, La Huerce, Bustares, Aldeanueva y Candemios, sin encontrar enemigo.
El 30 practicaron otra incursión hasta Bustares, con igual resultado.