2 La sublevación en Madrid y la salida definitiva del Gobierno (05 a 11 marzo 1939): 1. El Consejo Nacional de Defensa. Salida definitiva del Gobierno (05 a 06 marzo 1939)

Obra derivada de Mapas Generales IGN

Por medio de unos enlaces anarcosindicalistas, el coronel Casado comunica al general Matallana la hora exacta de la sublevación.
Luis Romero, El final de la guerra

«Casado recibió hacia la una de la tarde a los sindicalistas Eduardo Val y Manuel Salgado; un tercero, Melchor Baztán, fue el encargado de marchar a Valencia y verse con el general Matallana»

Casado es el punto clave de la conspiración y el que debe decidir en última instancia. Es el Mando principal de la Región Centro, con Madrid y con la fuerza más potente y de superior calidad. Matallana, como jefe del EMC se encargará de los de Levante, Andalucía y Extremadura.

Tras la sublevación en Cartagena del día anterior y el peligro del otro posible «golpe», Negrín y los comunistas no se podían permitir más retrasos.

Según Cipriano Mera y otros testimonios

«se tenían noticias de que Negrín y el Partido Comunista intentarían un golpe de fuerza el día 6 o en la madrugada del 7»

El doctor Negrín había anunciado que hablaría a todos los españoles por radio . El 02MAR, una nota oficiosa dice:

«Próximamente el Jefe del Gobierno se dirigirá, por radio, al país».

05MAR39.En los sótanos del Ministerio de Hacienda

Sobre las 1900H , Casado llega al ministerio de Hacienda, en cuyos sótanos se encuentra el Estado Mayor de la Defensa de la capital. La «Posición Japón».

Allí se encuentran, entre otros, el general Martínez Cabrera, gobernador militar de Madrid, el coronel subinspector de la Zona Centro don Adolfo Prada Vaquero y el jefe de la 65 División, Valentín Gutiérrez de Miguel.

A las 1945H se incorporan destacados anarquistas, José García Pradas, Eduardo Val, Manuel Salgado, José González Marín … . Prada

«Las puertas estaban abiertas y no había más guardia que la normal. Abajo, en los sótanos, había un grupo de periodistas nacionales y extranjeros. Todas las noches iban en busca de noticias»

Val, Salgado y González Marín pasan con el Coronel a una pequeña estancia contigua y a los pocos minutos entran Julián Besteiro, Wenceslao Carrillo y el republicano Miguel San Andrés. Allí se decide formalmente la constitución del Consejo Nacional de Defensa. Se establece la estructura y misiones y el reparto de consejerías.

Por unanimidad se propone a Besteiro para la presidencia. Besteiro no acepta, si la República se encuentra en estado de guerra, legítimamente proclamado, debe ser un representante del Ejército quien ocupe el cargo de máxima representación. Besteiro acepta la consejería de Estado.

De momento, Casado se hace cargo de la presidencia, es el único militar en la reunión.

El Consejo queda formado con los socialistas Besteiro (Estado) y Wenceslao Carrillo (Gobernación), los anarcosindicalistas José González Marín (Hacienda y Economía) y Eduardo Val (Comunicaciones y Obras Públicas), y los republicanos José del Río, de Unión Republicana (Instrucción Pública y Sanidad) y Miguel San Andrés, de Izquierda Republicana, (Justicia y Propaganda). Casado es presidente provisional y consejero de Defensa.

Al día siguiente se ampliará con el socialista Antonio Pérez García (Trabajo). En la Presidencia queda de manera ya efectiva el general Miaja.
A. López Fernández, General Miaja, defensor de Madrid

«La lectura del documento por el coronel Casado y los discursos de algunos políticos, entre ellos don Julián Besteiro, sorprendieron al general Miaja, pero esto no quería decir que no estuviera de acuerdo con lo efectuado en Madrid. Tan pronto el general Miaja supo la noticia que le fue comunicada por mí, se puso en comunicación telefónica con el coronel Casado para preguntarle qué era lo que había ocurrido para adelantar un acontecimiento que estaba previsto para el día siguiente. El jefe del Ejército del Centro le comunica que había sido informado de los teletipos que habían llegado de la «Posición Yuste» al Ministerio de la Guerra para la publicación en el Diario Oficial de los decretos por los cuales se relevaban del mando a los militares profesionales por mandos comunistas. Le hace saber que el anticipo de lo acordado el día antes había sido obligado por las circunstancias. El general Miaja le felicita y le manifiesta sus deseos de que todo marche bien. Se pone a las órdenes del nuevo Consejo Nacional en Madrid, del que más tarde sería su presidente.»

La LXX Brigada se retrasa, hasta 2330H no alcanza Madrid. Una vez en la capital ocupa rápida y expeditivamente los edificios que se le habían señalado. Entre ellos el Ministerio de Hacienda.

Desde los micrófonos de Unión Radio y Radio España se piensa dar «el golpe de Estado radiofónico» en las primeras horas de la noche. Pero el retraso de la Brigada de Bernabé López hace cambiar los planes. El mensaje se lanzará a continuación de la lectura del parte de guerra.
El parte del 5 de marzo de 1939 es muy breve, en el Ejército de Tierra no había novedades dignas de mención y en el aire sólo se registraban los bombardeos de los pueblos alicantinos de Santa Pola y Torrevieja por un hidro enemigo, y luego los de Alicante, Valencia y Sagunto, más el del pueblo alcarreño de Cifuentes.

Terminado el parte, el locutor prosigue

» ¡Atención, señores radioyentes, van a oír ustedes las palabras de don Julián Besteiro, que no necesita presentación!».

Besteiro llevaba callado toda la guerra y si ahora habla será para decir algo importante. Besteiro es claro y duro.

«Ha llegado el momento de irrumpir con la verdad y rasgar las redes de falsedades en que estamos envueltos“ «El Gobierno del señor Negrín, con sus veladuras de la verdad, sus verdades a medias y sus promesas capciosas no puede aspirar a otra cosa que a ganar tiempo … Y esa política de aplazamiento no puede tener otra finalidad que alimentar la morbosa creencia de que la complicación de la vida internacional desencadene una catástrofe de proporciones universales, en la cual, juntamente con nosotros, perecerían masas proletarias de muchas naciones.»

El golpe de fuerza del Consejo está así plenamente justificado.

El Gobierno del doctor Negrín carece de base legal, y al no tener presidente, la República se encuentra «decapitada»; no puede elegirse otro presidente ya que las Cortes ni funcionan ni pueden funcionar.
«¿Quiere decir esto que en el territorio de la República exista un estado de desorden? No, el Gobierno del señor Negrín, cuando aún podía considerarse investido de legalidad, declaró el estado de guerra y hoy, al desmoronarse las altas jerarquías republicanas, el Ejército de la República existe con autoridad indiscutible, y la necesidad del encadenamiento de los hechos ha puesto en sus manos la solución de un problema gravísimo, de naturaleza esencialmente militar.»

Después de Besteiro hablan Casado y Mera.

Casado

«Escoged, españoles de la zona invadida, entre los extranjeros y los compatriotas, entre la libertad fecunda y la ruinosa esclavitud, entre la paz en provecho de España o la guerra al servicio de la locura imperialista». Se había rechazado la ayuda de algunos hombres «de diversos países’.

Mera

«A partir de este momento, conciudadanos, España tiene un Gobierno y una misión: la paz. Pero la paz honrosa, basada en postulados de justicia y de hermandad … Sin humillaciones ni debilidades, con la conciencia de nuestros actos, queremos la paz para España, pero, si por desgracia para todos, nuestra paz se pierde en el vacío de la incomprensión, también os digo serenamente que somos soldados y como tales estaremos en nuestros puestos».

Finalmente, Miguel San Andrés lee un Manifiesto, programa general del Consejo de Defensa. No hay ninguna forma de Gobierno. El Consejo Nacional de Defensa

«recoge sus poderes del arroyo, adonde los arrojara el Gobierno del doctor Negrín». La mentira ha presidido su actuación: «Todas las promesas que se hicieron al pueblo en los más solemnes momentos fueron olvidadas; todos los deberes, desconocidos; todos los compromisos, delictuosamente pisoteados … No puede tolerarse que en tanto se exige del pueblo una resistencia encarnizada se hagan los preparativos de una cómoda y lucrativa fuga; no puede permitirse que en tanto el pueblo lucha, se sacrifica, combate y muere, unos cuantos privilegiados preparen su vida en el extranjero.»

El Consejo condena todo esto y promete lo contrario:

«No saldrá de España ninguno de los hombres que en España deben estar hasta tanto que por libre determinación salgan de ella todos los que de ella quieran salir … Damos a todos la seguridad de que nadie, absolutamente nadie, escapará al cumplimiento de los deberes que le corresponden.»

Obra derivada de Mapas Generales IGN

El día 5 Negrín, desde su posición «Yuste» ,  finca «El Poblet» (Elda),  hace un nuevo llamamiento a los que podía suponer sus enemigos más peligrosos: Casado en primer lugar, luego Matallana, finalmente Miaja.

En estos momentos, en la España republicana la desconfianza es general en todos los niveles, militares y civiles.

Casado ya ha previsto protegerse con unidades de confianza, pequeñas unidades en las inmediaciones de su cuartel general y una grande titulada «de Maniobra», más alejada.

Negrín también tiene sus preocupaciones. Aunque la mayor parte de sus fuerzas están en manos de jefes comunistas, después de los continuos fracasos y ante el deterioro constante de la situación, tampoco tiene plena confianza en esas fuerzas.

Sólo una excepción, la unidades de guerrilleros. Fuerzas creadas en 1937 y organización efectiva desde febrero de 1938. La misión encomendada a estas Unidades de «guerrilleros» exige que el personal que las forma fuese muy seleccionado, veteranos curtidos y de toda confianza política. La práctica totalidad de sus componentes son comunistas.

En marzo de 1939 los «guerrilleros» constituyen el XIV Cuerpo de Ejército, nombre convencional. Está formado por cuatro denominadas Divisiones, sobre 600 hombres. En cada División, cuatro Brigadas, cada una con unos 150 hombres, a tres grupos.

El XIV Cuerpo se encuentra al mando del mayor de milicias Domingo Hungría. Sus Bases operativas han quedado reducidas a dos

  • la II Base en Benimamet (Valencia)
  • y la VII en Martos (Jaén).

Las Divisiones está afectas a los Ejércitos.

  • Andalucía, División 57, PLM en Guadix (Granada).  Brigadas CLVII, CLVIII, CLXIII y CCXXX.
  • Levante, División 58, se encuentra en Levante, se desconoce lugar exacto. Brigadas CLIV, CLX, CLXI y CCXXXIII.
  • Extremadura, División 200, PLM en Almadén (Ciudad Real). Brigadas CLIX, CLXII, CLXV y CCXXXI.
  • Centro, División 300, PLM en Alcalá de Henares.  Brigadas CLII, CLVI, CLXIV y CCXXXII.

(En Cataluña habían quedado aisladas otras dos Divisiones, la 75 con PLM en Guisena, Brigadas CCXXXV y CCXXXVI, y la 76, de la que no se conocen detalles. Restos de estas Divisiones tratan incorporarse a la zona Central).

Antes de enfrentarse contra las Unidades republicanas sublevadas en Madrid, se llevará a cabo la misión de proteger a toda costa las Posiciones “Yuste” y “Dakar”, sedes del Gobierno y del Comité Central del PC.

El 05MAR, antes de que tenga lugar el «golpe» de Casado, Hungría desde su Base de Benimamet, ordena a los jefes de sus Divisiones que las concentren lo más rápidamente posible en sus Bases, en condiciones de trasladarse a la orden a la provincia de Alicante, a las zonas donde se encuentran las posiciones antes citadas.

Obra derivada de Mapas Generales IGN

1700H. Van llegando los ministros de Negrín. Don Julio Álvarez del Vayo , el Consejo se había celebrado

«para discutir las líneas generales del discurso del Presidente que debía pronunciar el lunes 6“.

Es evidente que en el Consejo tuvo que figurar como tema principal las decisiones que forzosamente había que adoptar para hacer frente a la conspiración. Dolores Ibarruri

«La reunión se desarrolló en un ambiente de tensiones que no era precisamente el más apropiado para un análisis sereno de las cosas».

La situación de los reunidos en “Yuste” puede clasificarse como dramática. Todos conocen la salida de la Flota, la difícil situación en Cartagena y la amenazante situación en Valencia. Pero sobre todo, saben que la situación más grave se encuentra en Madrid.

Sobre las 2300H, Negrín pasa a la habitación donde se encuentran Matallana y Cordón. Trata de plantear una nueva petición al adversario. Matallana debe hablar con Miaja para pedirle que se traslade a Elda inmediatamente. Lo hace y Miaja se niega en redondo a dejar Valencia. Sólo queda una baza que jugar: el «rehén» Matallana.

Sobre las 2330H se suspende el Consejo para cenar. En la mesa, aparte de los ministros, Matallana y Cordón. Cuenta Cordón cómo después de las doce alguien se acercó a Matallana para decirle que le llamaban desde Madrid. Cogió Matallana el auricular de un teléfono que estaba en el mismo comedor y, al momento, se volvió a todos anunciando la sublevación de Casado.

Negrín fue el primero en hablar con Casado. Luis Romero y Alvarez del Vayo relatan de manera bastante similar las conversaciones. Le pregunta si era cierto que se había sublevado y contra quien, respondiendo el Coronel que contra él mismo, al que no reconocía autoridad alguna, así como contra el Gobierno entero; Negrín dijo destituirle.

«El diálogo fue corto y de tono seco, irónico por parte de Casado, despectivo o conciliador por la de Negrín»

Fueron muchos los diálogos entre Elda y Madrid. El propio Besteiro y los ministros Giner de los Ríos, republicano, y Segundo Blanco, anarquista.

Santiago Garcés, jefe supremo del S.I.M., que se encuentra en «Yuste», habla con Angel Pedrero, jefe del SIM de Madrid, pidiéndole que detuviera a los miembros del reciente formado Consejo. Pedrero se niega , alegando que todo el Servicio de Información estaba con ese Consejo.

Incluso trató Cordón, por orden del Presidente, de comunicar con el coronel Bueno para darle el mando del Ejército del Centro; pero no fue posible localizarle.

Ya en la madrugada del 06MAR, el general Menéndez telefonea desde Valencia a Negrín, exigiendo la libertad y regreso de Matallana, y amenazando con utilizar la fuerza en caso contrario. Con anterioridad, Casado había hecho la misma exigencia. Negrín deja en libertad al general Matallana que marcha a Valencia.

Versiones del diálogo mantenido entre Negrín y Casado.

La del  coronel Casado (diario Pueblo, de Madrid, número de 2-XI-67):

«-¿Qué pasa en Madrid, mi general? -preguntó Negrín con voz ansiosa, fácilmente perceptible a través del hilo telefónico.
«-Me he sublevado -respondí.
«-¿Contra quién?, ¿contra mí?
«-Sí, contra usted.
«-Mi general, he escuchado el manifiesto y me parece que lo que hacen es una locura.
«-Estoy tranquilo porque he cumplido con mi deber como militar y como ciudadano. Todos los representantes políticos y sindicales que forman parte del Consejo Nacional de Defensa también están tranquilos, porque están convencidos de que prestan a España un relevante servicio.
«-Espero que usted reflexione, porque todavía podemos llegar a un arreglo.
«-No comprendo lo que me quiere decir, pero yo considero que todo está arreglado.
«-Al menos mande usted un representante para hacer la entrega de poderes, o mandaré yo uno a Madrid con esa misión.
«-De eso no se preocupe. No se puede entregar lo que no se tiene. Precisamente ya hemos recogido el Poder que usted y su gobierno dejaron abandonado.
«La voz del doctor Negrín se encrespó cuando me dijo, finalmente: «-Entonces, ¿no accede usted a esta petición?
«- ¡No! -respondí al tiempo que colgaba el aparato».

La de Álvarez del Bayo (en Freedom ‘s Battle)

«-¿Qué pasó en Madrid, general?
«-Me sublevé. Esto es todo.
«-¿Se sublevó? ¿Contra quién? ¿Contra mí?
«-Sí, contra usted.
«-Perfectamente. Puede usted considerarse desposeído de su mandato».

Centro Geográfico del Ejército. Guía Militar de Carreteras, CG del Generalísimo 1939

El mayor Hungría, jefe del XIV Cuerpo de «guerrilleros», dispone que sus Divisiones se dirijan sin demora a la zona de Elda y Monóvar.

  • Al mayor Santiago Calvo, jefe de la 300 División

«Disponga lo necesario, al objeto de que la División de su mando se desplace a Villena, 45 kilómetros al Noroeste de Alicante, presentándose al jefe del Ejército [del Centro], el cual tiene orden de facilitarle transporte».  «No comunique a dicho jefe el punto donde va a establecerse».

  • Al mando de la 200 División le ordenará ir a Sax, entre Villena y Elda, y
  • Al de la 57 le ordena dirigirse a Elda.

Es posible que al jefe de la 58 División, que se encuentra en Levante, se le ordenase situar la División entre Alicante y Valencia, para cerrar el paso a las fuerzas de Menéndez, en el caso de que marchasen sobre Elda.

El plan de Hungría se frustra cuando desde Alcalá de Henares a las once de la mañana del día 6 el mayor Calvo, Jefe de la División 300, le comunica

«Sublevado Estado Mayor del Ejército del Centro y constituida Junta facciosa, vamos a luchar contra ella de acuerdo con el Partido. Deme instrucciones».

Hay un cambio de plan, se da prioridad al aplastamiento de la sublevación en Madrid sobre la defensa de la zona donde se encuentra el Gobierno. Probablemente las órdenes que recibe Hungría proceden de Jesús Hernández desde Valencia. Jesús Hernández (Yo fui ministro de Stalin)

«Previamente llamé a Hungría, jefe del XIV Cuerpo de Guerrilleros, acuartelado en las proximidades de Valencia, y le di la orden de enviar sin pérdida de tiempo dos compañías de sus hombres a disposición del Partido en Elda».

Pero la orden recibida por el mayor Calvo procede, también probablemente, del Comité Provincial madrileño del Partido Comunista.

La situación de las otras dos Divisiones del XIV Cuerpo es distinta.

  • A las 061000H el jefe de la 57 División comunica a Hungría que tiene orden del mando del Ejército de Andalucía de no desplazarse sin permiso suyo. «Ha de ser muy difícil se me faciliten coches para el traslado».
  • A las 061030H el jefe de la 200 División dice a Hungría: «El problema del transporte es de muy difícil solución».

Estas dos Divisiones no podrán moverse y quedan bloqueadas en sus acantonamientos.

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006MAR, pasadas las 0500H, finaliza el consejo de ministros. La rebelión en Cartagena ha sido ya sofocada. Pero en Madrid Casado se ha hecho con el poder.

Negrín decide abandonar España. Con sus ministros y otras autoridades se traslada al campo de aviación del Hondón en Monóvar. Allí esperan algunos aviones. El presidente del Gobierno, Alvarez del Vayo, Osorio y Tafall y Garcés, marchan a «Dakar“ para despedirse de los que allí quedan.

En la Posición Dakar tiene su puesto de mando el Partido Comunista. Allí han ido llegando, primero Dolores Ibarruri y luego el general Hidalgo de Cisneros, el subsecretario de Aviación Núñez Mazas, Modesto, Líster, Tagüeña, los altos dirigentes del P.C. Pedro Checa y Manuel Delicado, el italiano Palmiro Togliatti («Alfredo»), supremo representante en España de la III Internacional, y probablemente el búlgaro Stepanov.

En Valencia, Jesús Hernández y Enrique Castro Delgado tratan de organizar alguna defensa con Unidades del Ejército de Levante. No lo lograrán y abandonarán Valencia.

Todos los dirigentes del PCE recibirán orden de concentrarse en “Dakar”.

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En esta despedida se intenta un último intento para apaciguar la sublevación de Madrid. Se redacta una carta de Negrín a Casado que será leída telefónicamente por Hidalgo de Cisneros.

En la carta se disculpa el golpe, basándolo en impaciencias justificadas y en la ignorancia de las gestiones de paz que venía haciendo el Gobierno desde hacía tiempo. Todavía se pueden evitar males mayores si se logra un entendimiento.

Al parece Casado pudo vacilar pero de una forma u otra fue convencido para rechazar esta última oferta. Negrín no recibirá contestación al mensaje.

En este último reducto “Dakar” todavía se mantenía la idea de resistir militarmente frente a Franco. Se ha dominado la sublevación en Cartagena, Alicante se encuentra al mando Etelvino Vega y también Albacete y Murcia se encuentra en manos de leales. Cabe una última posibilidad de formar una cabeza de resistencia. Todavía se pensaba en un posible retorno de la Flota.

Esta idea se discute entre Modesto, Checa, Líster y algún otro mando presente. Tagüeña, Pedro Merino y el teniente coronel Romero Marín saldrán inmediatamente en dirección a Alicante. Otros tratarán de alcanzar Murcia, Albacete e incluso Valencia.

Todo resulta inútil.

  • En Alicante las fuerzas de Asalto del coronel Ricardo Burillo, jefe de Seguridad y Orden Público de la región valenciana, han detenido a Etelvino Vega.
  • En Cartagena las fuerzas a cargo, se han puesto a las órdenes del Consejo de Madrid.

Ya nada se puede hacer.

Texto última carta de Negrín a Casado, (Julio Álvarez del Bayo. Freedom ‘s Batlle)

«El Gobierno de mi Presidencia se ha visto dolorosamente sorprendido por un movimiento que no parece justificado ni por las discrepancias en los propósitos que anuncia ese Consejo en su manifiesto al País, a saber: una paz rápida y honrosa sin persecuciones ni represalias que garantice la independencia patria, ni por la manera en que las negociaciones habían de iniciarse.

Si impaciencias que en los no conocedores de la situación real de nuestras gestiones pueden justificar interpretaciones equivocadas de actos del Gobierno, que sólo ha buscado que se conserve el espíritu de unidad que informa su política, hubieran permitido aguardar a la exposición que sobre el momento actual iba a hacerse la noche de hoy en nombre del Gobierno, a buen seguro que este infortunado episodio habría quedado inédito.

Si una inteligencia entre el Gobierno y los sectores que aparecen discrepantes se hubiera establecido a tiempo, a no dudarlo hubieran aparecido borradas toda clase de diferencias . No se puede corregir el hecho, pero sí es posible evitar que acarree males graves a los que fraternalmente han combatido por un denominador común de ideales y sobre todo a España.

Si la semilla del daño se depura a tiempo, puede dar frutos debidos. En aras de los intereses sagrados de España debemos todos deponer las armas y si queremos estrechar las manos de nuestros adversarios, estamos obligados a evitar toda sangrienta contienda entre quienes hemos sido hermanos de armas.

En su virtud, el Gobierno se dirige a la Junta constituida en Madrid y le propone designe a una o más personas que puedan amistosa y patrióticamente zanjar las diferencias.

Le interesa al Gobierno, porque le interesa a España, que en cualquier caso toda eventual transferencia de poderes se haga de una manera normal y constitucional. Solamente de este modo se podrá mantener enaltecida y prestigiada la causa por la que hemos luchado.

Y sólo así podremos en el orden internacional conservar las ventajas que nuestras escasas relaciones aún nos preservan.
Seguros de que al invocar el sentimiento de españoles esa Junta prestará oído y atención a nuestra demanda, le saluda, Negrin .

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En el hangar del campo de aviación va a comenzar

«la reunión histórica del Comité Central del Partido Comunista, la última de la guerra de España».

Decidida y presidida por el delegado de la Internacional, Togliatti. A las 062200H. Se abre la sesión.

Entre los asistentes se encuentran Modesto y Líster, los dos ministros, Uribe y Moix, y otras destacadas figuras del Partido, como Fernando Claudín, Pedro Checa y Manuel Delicado.

Tagüeña

«Nos comunicaron simplemente los acuerdos. El Gobierno Negrín había abandonado el país y la única autoridad real era el Consejo Nacional de Defensa, por ilegal que fuera su formación; y aunque sus propósitos eran negociar la paz a cualquier precio, luchar contra él con las armas era comenzar una guerra civil dentro de otra guerra civil. Los comunistas, campeones de la unidad , no podían adoptar esa actitud. No cabía otra alternativa que tratar de salvar la mayor cantidad de cuadros comunistas y dejar la responsabilidad del final de la guerra en manos de la Junta de Casado.»

Todo está ya decidido de antemano.

El punto más importante será quiénes debían ser evacuados y quiénes habían de quedar en España para

  • organizar el trabajo clandestino tras la inminente victoria de Franco,
  • para ayudar a la evacuación de las personas más comprometidas
  • y para dar al Partido una nueva dirección formada por afiliados poco conocidos, que pudieran moverse con relativa holgura tras la nueva situación política que forzosamente se abrirá.

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En el aeródromo de Monóvar quedan  sólo tres aviones disponibles: dos irán a Toulouse y el tercero a Orán.

De los que han asistido a la reunión del Comité Central, de momento quedan en España Pedro Checa, Fernando Claudín y Togliatti. En Valencia permanecen Jesús Hernández y «El Campesino», que no han podido llegar a Elda. En otros puntos quedan dirigentes, de mayor o menor importancia, cuyo destino dependerá en muchos casos de la audacia o de simplemente de la suerte.

Muchos ignoran que Cartagena está ya prácticamente ocupada por fuerzas comunistas y que en Madrid una poderosa fuerza se ha alzado ya contra el recién nacido Consejo de Defensa.

Sobre las doce de la noche del 6 de marzo de 1939, salen de Monóvar por carretera, Togliatti, Checa y Claudín. Serán detenidos por casadistas y enviados a Alicante. Pronto quedan en libertad y llegan a Albacete, desde donde conseguirán volar al extranjero.

Tagüeña

“Irene Falcón fue leyendo los nombres de los que abordaríamos los aviones. Se habían olvidado de los dos únicos catalanes, Fusimaña y Soliva, venidos de Francia, lo que motivó la intervención de Líster, apoyado por todos los de nuestro grupo del Ebro; considerábamos que eran los que debían ser incluidos en primer lugar. Esta omisión se rectificó en seguida y fueron añadidos a la lista.

Partieron varios autos con los camaradas que se quedaban en España. Tratarían de eludir el bloqueo de las carreteras que no tardarían en establecer los partidarios del Consejo. Me despedí de Francisco Gullón, que con un grupo de oficiales, intentaría llegar a Cartagena.

Despegó primero un bimotor donde iban Uribe, Hidalgo de Cisneros, Modesto, Irene Falcón y otros.

Al rato lo hizo el nuestro, entre cuyos pasajeros estábamos la mayoría de los jefes y comisarios que habíamos llegado juntos de Francia. Faltaban Rodríguez y Soliva, pero este último, iba a volar en el «Dragón». Delicado nos repartió algunos billetes extranjeros. No llevábamos equipaje; pero sin tener en cuenta nuestra indignación, la esposa de un dirigente se subió con varias maletas. A cambio, dejamos esconder debajo de uno de los asientos al capitán de los guerrilleros, que nos había estado protegiendo. El aparato se elevó y nos alejamos del suelo de nuestra patria.”